Economía

La suspensión de los presos planea sobre la nueva Mesa del Congreso

El Supremo deja el encargo al órgano, que controlarán PSOE y Unidas Podemos

A pocas horas de que la diputada del PSC Meritxell Batet asuma, con toda probabilidad, la Presidencia del Congreso, la nueva Mesa de la Cámara ,que ella encabezará y que PSOE y Unidas Podemos controlarán, ya teme por el primer papel que se va a encontrar cuando se ponga a trabajar.

Se trata de un oficio del Tribunal Supremo remitido el viernes, en el que se insta al Congreso a suspender a los cuatro presos electos del procés que consiguieron acta el pasado 28 de abril: Oriol Junqueras (ERC), Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull (JxCat).

El encargo no les ha gustado demasiado a los socialistas, que además ya sienten la presión de PP y Ciudadanos: ambos partidos han adelantado que exigirán por todos los cauces la suspensión.

Para evitar una injerencia en el poder legislativo y buscando que un tribunal no altere las mayorías de un órgano parlamentario, el Alto Tribunal deja en manos de las Mesas de las Cámaras -el Senado abordará la situación del quinto preso electo, Raül Romeva (ERC)- la decisión de suspender a dichos diputados por estar en prisión preventiva. En el caso del Congreso, el tribunal se remite en su oficio al auto del 14 de mayo, en el que se aviene a que los presos acudan a la sesión constitutiva de las Cortes. En ese mismo auto, el tribunal hace mención al artículo 21.2 del reglamento del Congreso, en el que se contempla la suspensión de un diputado "cuando, concedida por la Cámara la autorización objeto de un suplicatorio y firme el Auto de procesamiento, se hallare en situación de prisión preventiva y mientras dure ésta".

Aunque el primero de los tres preceptos no se cumple explícitamente, al estimar el Supremo que no era necesario pedir el suplicatorio a las Cámaras por estar el juicio ya en fase oral, los otros dos sí. Esto deja poco margen a la nueva Mesa del Congreso ,más allá de que se encomiende de primeras a los servicio jurídicos de la Cámara Baja.

Esta suspensión, al igual que la decretada por el juez instructor Pablo Llarena a los mismos procesados, les permite mantener el acta, pero les impide participar en votaciones, debates o comisiones.

Llegados a este punt,o habría que ver qué movimiento de ajedrez deciden los partidos indepedentistas. En el caso de ERC no habrá problema, ya que Junqueras pretende asumir la condición de eurodiputado tras el 26-M y esto le obligará a renunciar al Congreso. Su puesto pasaría al siguiente en la lista de ERC. Más complejo se antoja el caso de JxCat y sus tres diputados en prisión preventiva. De su decisión depende la mayoría que tendrá la Cámara a la hora de afrontar la investidura de Pedro Sánchez.

Los presos recogen el acta

En medio de esta zozobra por la suspensión de los presos electos, el Congreso sigue dando sus primeros pasos en esta XIII legislatura. Este lunes los protagonistas volvieron a ser los acusados del procés, que visitaron la Cámara entre fuertes medidas de seguridad para recoger su acta de diputados y entregar sus credenciales. Pese a que podían delegar este trámite en otra persona, pidieron permiso al Supremo para ir ellos mismo y lo obtuvieron.

La prohibición de que atendieran a la prensa o participaran en reuniones de sus grupos no ha impedido el impacto mediático que suponía su entrada al Congreso. Acompañado Junqueras de Gabriel Rufián y otros diputados de ERC, el líder republicano se dirigió a sus votantes a través de un vídeo. A su vez, Rufián anunció que su líder tiene previsto hablar "cara a cara" con Sánchez en la sesión constitutiva de este martes.

Los besos y abrazos que recibió Junqueras también llegaron a Sànchez, Rull y Turull por parte de sus compañeros de partido cuando se adentraron en el hemiciclo.

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