
Juan Marín, vicepresidente y consejero de la Junta d Andalucía, reconoce su cansancio tras los 100 días más intensos de su vida, con la puesta en marcha de la nueva Junta y dos campañas electorales, pero cree que lo más complicado ha pasado y se muestra orgulloso de lo conseguido.
Se cumplen sus primeros 100 días de Gobierno. ¿Cómo los define?
Han sido 100 días en los que se han cumplido los 21 acuerdos que cerramos con el PP, y nos sentimos orgullosos, por muchas razones. Por un lado, porque se tenía que notar un cambio después de 37 años de Go-bierno socialista, que era lo que pidieron los andaluces el 2 de di-ciembre. Segundo, porque se devuelve la confianza en la clase política a los ciudadanos. Y en tercer lugar, porque hablamos de reformas necesarias en Andalucía, no solo en materia económica, sino también de regeneración de las instituciones, de trasparencia, de claridad y de mejora de la gestión. Han sido 100 días muy intensos y, a veces, duros, pero finalmente hemos cumplido los objetivos. Andalucía es hoy más atractiva para invertir que hace 100 días.
¿De qué medida o decisión política se siente más orgulloso?
De todo el conjunto, porque hemos puesto orden. Era muy importante racionalizar la gestión pública, y empezar a averiguar qué ha venido sucediendo para que, con tantos recursos y diversidad que tiene Andalucía, no se haya desarrollado como el resto de comunidades autónomas. Pero yo me centraría en el cumplimiento de la eliminación del impuesto de Sucesiones y Donaciones, y la reforma del Im- puesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que son logros a los que nos habíamos comprometido con los andaluces. Hay otras cuestiones de las que me siento muy satisfecho, como poner en marcha un plan de choque para acabar con las listas de espera en la Sanidad pública, al igual que ha pasado en Educación o Dependencia. En apenas 100 días hemos reforzado nuestro sistema educativo y el sistema de dependencia. También, todo lo que tiene que ver con la puesta en marcha de una Ley para evitar la corrupción política, con la protección de testigos, con la puesta en marcha de esa reforma del Estatuto para eliminar aforamientos, etc.
Tras estos 100 días, ¿cree que las cosas son más difíciles de cambiar de lo que creía o al revés?
Hay mucho margen de mejora. Lo que hemos recibido, recibido está. A partir de aquí, hay que buscar soluciones a los problemas. Una vez que terminemos las auditorías habrá que ver también si tenemos que llevar a cabo medidas de racionalización del sector público. De muchas agencias, de muchos consorcios, etc. Hay fundaciones y otros entes que se crearon con un objeto social y económico, de diversa índole, y que hoy están desactualizados y no tienen mucho sentido, por lo que hay que disolverlos. Pero, independientemente de todo esto, lo que es importante es evaluar siempre para saber qué decisiones tomar, que es algo que he defendido solo a capa y espada durante estos últimos cuatro años en el Parlamento. Ha habido mucha dejadez por el PSOE en estos últimos años, una falta de interés enorme. Andalucía necesitaba aire fresco y las cosas están cambiando ahora a buen ritmo.
¿Se arrepiente del apoyo a Susana Díaz para que gobernase?
No me arrepiento de nada. Durante tres años y medio le dimos estabilidad a los andaluces. Fuimos capaces de sacar adelante los Presupuestos con reformas importantes. Lo que sí lamento es que, al final, el PSOE no quisiera seguir cumpliendo sus compromisos, simplemente por interés electoralista. Y ahí se perdió una gran oportunidad de haber avanzado, como en algunos de estos temas que en estos 100 días hemos puesto en marcha.
En estos 100 días, ¿se siente cómodo con el PP de Juanma Moreno? ¿Son dos gobiernos juntos o han conseguido complementarse?
Es un solo Gobierno coordinado. Somos conscientes, tanto el presidente como yo, de que éste es un reto que debemos superar juntos. Esto no va de bicefalias o si tienes más tiempo en un medio de comunicación. Eso sería un fracaso para los andaluces. Estoy convencido de que se va a agotar la legislatura sin ningún tipo de problema. También es cierto que hay escenarios que están condicionando la situación, como las elecciones, no solo las generales, sino las del próximo mes de mayo. Habrá cambios en doce comunidades autónomas, no sabemos qué pasará con Cataluña, etc. En fin, ese clima no es bueno y puede dificultar el poder sacar adelante algunos proyectos, sobre todo cuando estamos hablando de colaboración con el Gobierno de España.
Susana Díaz cree que este Gobierno, dependiente del apoyo parlamentario de Vox, durará poco y ella volverá a ser presidenta...
Yo creo que nadie debe confiar su futuro al fracaso de los demás. Debería confiar su futuro a sus posibilidades, su capacidad, y a los ciudadanos. Pero, sobre todo, a quienes debe convencer es a los suyos, porque cada vez tiene menos apoyo.