ElEconomista celebró este lunes en las instalaciones de la emisora de Radio y TV Kiss FM, el primer gran debate económico a cinco de este tiempo tanto preelectoral y electoral que nos acerca a los comicios generales del 28-A. Por primera vez en un plató, cara a cara, PP, PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox mostraron y departieron sobre sus programas eminentemente económicos, aunque asuntos como la cuestión catalana y la unidad de España también afloraron en el debate.
En representación de estas fuerzas políticas -que según todos los sondeos tendrán representación parlamentaria-, Miguel Ángel Paniagua (PP), Manuel de la Rocha (PSOE), Iván Ayala (Unidas Podemos), Francisco de la Torre (Ciudadanos) y Víctor González (Vox) arrancaron su intervención con una breve exposición de ideológica.
Como dicta su programa, el PP inició su turno defendiendo la revolución fiscal y las ventajas de cobrar menos impuestos, en la idea de que eso aportará más recaudación a las las arcas públicas. En respuesta, De la Rocha manifestó su firme compromiso con la consolidación fiscal, rebatiendo al popular Paniagua que una rebaja masiva de impuestos de esta índole puede llevarse a cabo sin recortes parejos.
De revolución fiscal habló el portavoz de Unidas Podemos para afear las políticas de Donald Trump y subrayar que recetas de este tipo conllevan escasas políticas sociales. De ahí que acuñara el término de 'populismo fiscal' para afear la propuesta del PP y también de Vox.
Francisco de la Torre, en nombre de Ciudadanos, ironizó con la política de zanahorio de Cristóbal Montoro, a quien -según relató- costó convencerle para aplicar la primera reducción de impuestos.
Supresión del gasto superfluo
La política impositiva de Vox es reducir los impuestos a más del 90% de los contribuyentes. Además de incentivos al ahorro, González argumentó la supresión del gasto superfluo de la administración para compensar la bajada masiva de impuestos. En respuesta a las criticas cosechadas, preguntó a Ciudadanos por su programa económico, al tiempo que la formación naranja cuestionaba que bajada de impuestos masivo y supresión de los chiringuitos sea una fórmula fiable. Rifirrafe en el inicio. Unidas Podemos hace mención a una multa, que no llegó a ejecutarse por parte de Bruselas hacia el Gobierno de Mariano Rajoy, sosteniendo Ayala que más impuestos sobre las rentas más altas y sobre Sociedades son factibles y, por tanto, se puede aumentar la tributación. De otro modo, planteó, "De dónde van a recortar, del Salvaje Oeste", manifestó.
A pesar de estos reproches, el PP mantuvo su hilo conductor de recorte fiscal, relatando la primera bajada del Ejecutivo Rajoy entre los años 2015 y 2018, subrayando que cuando su partido llegó al poder, la economía española estaba a punto de ser rescatada.
En el capítulo del gasto público, gasto social y déficit, González y De la Rocha mantuvieron el tono elevado, defendido el primero los modelos fiscales de éxito de Bulgaria, Rumanía y Finlandia, y el segundo, desde posiciones socialdemócratas, afeando a Vox por ponerse al lado de modelos comunistas, mientras De la Torre sacaba la cara por los trabajadores de la Agencia Tributaria.
Aprovechó tras ello el portavoz de Cs para ponderar la seriedad en los nombramientos en las instituciones, ajustándose a perfiles técnicos y de mérito, en lugar de colocar a los amigos de Sánchez.
"Nuestro gasto público es inferior al de la UE", dijo Rubén Ayala, una tesis parecida a la de De la Rocha, al sostener que España no tiene un problema de gasto, sino de ingresos. En ese punto, Paniagua justificó un estado de bienestar sostenible.
Metidos en la harina de las pensiones, Víctor González, responsable junto 30 personas más del programa económico de Vox, propuso un sistema mixto ante la inminente llegada de la jubilación de los baby boom, y de paso, aunque no era el tema en sí, defendió eliminar TV3.
Para De la Torre, uno de los problemas de España es el desempleo y la temporalidad, mientras Ayala, en un interludio ensalzó la implantación del nuevo SMI (900 euros/ subida del 22%), aludiendo a las cotizaciones sociales y al aumento de las mismas. Al SMI hizo alusión el dirigente de Cs valorando que era un alza excesiva y hecha unilateralmente. Algo que no vio De La Rocha, para quien los sectores más vulnerables han salido ganando. Y no fue así como lo juzgó Paniagua, El líder popular explicó que esta subida no se puede aplicar desde la administración, y el efecto perverso es que trabajadores en Dependencia de la Administración no pueden cobrar ese sueldo, y en algunos organismos se ha prescindido de ellos.
Pensiones y la verdad de por qué no se firmó un acuerdo que estaba hecho
Las pensiones fue una de las partes más intensas del debate entre las cinco principales fuerzas políticas. Comenzó Manuel de la Rocha (PSOE) enviando a los espectadores un mensaje de tranquilidad, reafirmando la revalorización de estas prestaciones al IPC, e incluso blindándolas en la Constitución -tal y como recoge el artículo 50 de la Constitución-. El director del Gabinete Económico de Presidencia adelantó una reforma del Factor de Sostenibilidad, admitiendo cambios paramétricos, a lo que Miguel Ángel Paniagua (PP) respondió con la continuidad del marco del Pacto de Toledo y un pacto de Estado que extraiga estos temas de la contienda política. Pacto de Toledo es lo que también defendió Iván Ayala, de Unidas Podemos. Pero claro, en este punto, saltó de nuevo el tono de la discordia, porque el PSOE le esgrimió que si ese pacto no ha quedado cerrado antes de las elecciones es porque Podemos se retiró a tiempo, 'haciéndole el caldo gordo a PP y a Cs', lo que provocó el sonrojo y la sorpresa de estas dos formaciones. En ese momento, la rentabilización de los consensos planeó sobre el estudio de Kiss FM, mientras De la Rocha apelaba al Pacto de Toledo.