
El próximo 28 de abril están llamados a las urnas 36,89 millones de españoles, de los que 34,8 son residentes en España y los otros dos millones están inscritos en el censo exterior. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), serán 375.000 personas más que en las anteriores elecciones generales, del pasado 26 de junio de 2016. La subida se debe al incremento tanto del censo interior, CER, (+205.000 personas) como del exterior, CERA, (+169.000). Este último no ha parado de crecer en los últimos años, ya que es más del doble del registro que existía en el año 2000, algo importante ya que desde que se estableció el voto rogado ha bajado sensiblemente la participación de los residentes en el exterior.
Además del número total de potenciales votantes, el censo español también ha cambiado en los últimos cuatro años. Podrán votar en total 4,8 millones de jóvenes menores de 30 años, lo que supone casi 60.000 menos que en las anteriores elecciones. Es decir, el censo de jóvenes se ha reducido un 1,2% respecto a la convocatoria anterior.
Pero si hay un tramo de edad en el que el censo ha mermado es el de los treintañeros. En las elecciones del próximo 28-A están llamados a votar 5,1 millones de personas entre los 30 y los 39 años, lo que supone 639.000 menos que el pasado 26-J. De esta forma, el censo de los treintañeros residentes en España ha menguado un 11% en menos de tres años. Este tramo de edad ha pasado de suponer más del 16% de los votos al 14% desde el 26-J.
Casi la mitad de los electores tienen entre 40 y 65 años
Por el contrario, el censo engorda especialmente en los tramos de edad más altos. Según el INE, los "maduros" (entre los 40 y los 64 años) suman ahora casi 16 millones de votantes, lo que supone un crecimiento de más de medio millón (+3,4% respecto al censo del año 2016). Este tramo de edad supone ya más del 45% de todo el censo de residentes en España en estas elecciones.
No obstante, el mayor incremento relativo del censo interior se produce a partir de los 65 años. En estas elecciones, los mayores de 65 años suman 8,9 millones, 380.000 más que en 2016, lo que supone un aumento del 4,4%, superando por primera vez el 25% de todo el censo de residentes.
También ha cambiado la distribución de la población por provincias. Madrid y Barcelona son las circunscripciones que más han crecido desde el 26-J, con 128.000 y 47.500 censados más. Ambas son las únicas que ganan escaños frente al Parlamento formado hace dos años y medio.
La sobrerrepresentación de las provincias menos pobladas
Sus nuevos escaños proceden de Asturias, la circunscripción que más mengua (-8.351 censados) y Valencia. Además de Asturias, León y Jaén son las circunscripciones que más decrecen, con 6.690 y 5.308 censados menos, respectivamente.
El crecimiento de las provincias más pobladas y la pérdida de censados de las menos pobladas hace que, una vez más, más de la mitad del hemiciclo se decidirá en las provincias "pequeñas". Según los datos de la Junta Electoral Central, hay 180 diputados que se elegirán en las 40 circunscripciones que eligen 7 diputados o menos. Esas 40 provincias suman 15,9 millones de censados, es decir, el 43% del total.
Por el contrario, las 12 provincias que eligen 8 o más diputados se tendrán que conformar con elegir a los 170 diputados restantes, a pesar de sumar casi 21 millones de mayores de 18 años, el 56% de la población censada.