
La riqueza financiera neta de los hogares españoles descendió el pasado año un 2,9% interanual y se situó en 1,37 billones de euros, con la mayoría de recursos en productos casi sin retribuir. Mientras, la deuda consolidada de las empresas y de los hogares e ISFLSH alcanzó 1,16 billones de euros al final de 2018, un 133,4% del PIB, un 5,7% por debajo de la ratio registrada un año antes.
Así lo reflejan las 'Cuentas Financieras de la Economía Española' publicadas este lunes por el Banco de España, que revelan que el pasado año continúo además el proceso de desapalancamiento en las familias y empresas.
En relación con el PIB, la estadística del organismo supervisor refleja que los activos financieros netos representaron el 113,4%, ratio que es 7,6 puntos porcentuales inferior a la de un año antes.
De esta forma, la riqueza de los hogares se sigue manteniendo por encima de los niveles previos a la crisis económica, ya que en el primer semestre de 2007, justo antes del comienzo de la recesión, rozaba el billón de euros, si bien en el cuarto trimestre disminuyó respecto a los trimestres anteriores.
Los activos financieros netos de hogares e ISFLSH alcanzaron a finales de 2018 los 2,15 billones de euros, un 1,6% inferior a los de un año antes, debido a una adquisición neta de activos financieros de 22.000 millones de euros el año pasado y de unas revalorizaciones netas negativas de 57.000 millones de euros, fundamentalmente por la caída del precio de los activos de renta variable.
Respecto al PIB, los activos financieros totales de los hogares e ISFLSH representaron un 178,1% a finales del cuarto trimestre de 2018, lo que significa 9,3 puntos porcentuales menos que un año antes.
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba en efectivo y depósitos (el 41% del total), seguido de participaciones en el capital (25%), seguros y fondos de pensiones (17%) y participaciones en fondos de inversión (14%).
El efectivo y depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (+1,7%) con respecto a un año antes, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó (-2,3% ).
La deuda de empresas y familias cayó al 133,4% frente al 158,1% del año pasado
Mientras, la deuda consolidada de las empresas y de los hogares e ISFLSH alcanzó 1,16 billones de euros al final de 2018, un 133,4% del PIB, un 5,7% por debajo de la ratio registrada un año antes.
La deuda consolidada de las sociedades no financieras representó un 74,5% del PIB (si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería un 93,2%), mientras que para los hogares e ISFLSH fue un 58,9%.
Durante 2018, el flujo neto de financiación consolidada recibida por las empresas y los hogares e ISFLSH fue de 8.200 millones, lo que representó un 0,7% del PIB, 0,3 puntos porcentuales más que un año antes. Además, la financiación nueva captada por las sociedades no financieras representó un 0,5% del PIB, mientras que la recibida por los hogares e ISFLSH fue un 0,2%.
Por último, las operaciones financieras netas de los sectores residentes (empresas, hogares, instituciones financieras y administraciones públicas) registraron, en 2018, un superávit de 18.000 millones de euros, equivalente al 1,5% del PIB, frente al 2,2% observado en el conjunto de 2017.
En concreto, obtuvieron un saldo positivo las empresas (1,3% del PIB), las instituciones financieras (2,7%) y los hogares (0,1%), mientras que las administraciones públicas mostraron un déficit del 2,6% del PIB.
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