
El Fondo Monetario Internacional ha ofrecido un adelanto de su Informe de Estabilidad Financiera Global (GFSR, por sus siglas en inglés), documento que se publicará en su totalidad la próxima semana, con motivo de las reuniones de primavera de la institución. En este aperitivo, sus funcionarios han analizado las dinámicas de los precios de la vivienda en 32 economía avanzadas y emergentes para cuantificar lo que denominan los precios inmobiliarios en riesgo, es decir, los peligros a la baja relacionados con el coste de las casas.
Este capítulo analítico descubre que el menor impulso del precio de la vivienda, una valoración abultada, el crecimiento excesivo del crédito y unas condiciones financieras más estrictas aventuran mayores riesgos a la baja para los precios de la vivienda en los próximos tres años.
A ojos de los expertos de la institución, los riesgos a la baja para los precios de la vivienda han cambiado desde la última crisis financiera, ya que la mayoría de los países con mayor riesgo a finales de 2007 enfrentan actualmente riesgos más bajos. No obstante, según señala el documento, en muchas economías avanzadas y mercados emergentes los precios de la vivienda continúan en peligro. Mediante la consideración de los precios inmobiliarios en riesgo, el FMI busca incluir este modelo a las herramientas que permitan atisbar por adelantado posibles crisis financieras.
Según relatan los funcionarios del FMI, los precios reales de las casas tienden a aumentar con el tiempo pero desde principios de la década de los 90 se han producido descensos en un amplio grupo de países avanzados y emergentes. Esta conclusión llega tras revisar datos entre 22 economías avanzadas y 10 economías emergentes (cuatro países en América Latina, tres en Asia oriental, así como en Rusia, Sudáfrica y Turquía) y sus principales ciudades.
De esta forma, la tasa de crecimiento media (anualizada) a un año y tres años de los precios reales de la vivienda son muy similares desde el primer trimestre de 1990 hasta el cuarto trimestre de 2017, con un incremento aproximado del 2% al año en economías avanzadas y del 2,6% en mercados emergentes.
En los países avanzados, una caída del 10,5% en el precio real medio de la vivienda (anualizado) suele ocurrir una vez cada 20 años, es decir, existe un 5% de probabilidades de que este riesgo a la baja se materialice. En en el caso de los mercados mercados emergentes, el 5% de probabilidades está asociado con una caída del 12% en el precio real de las casas.
El documento señala varios factores asociados al aumento de los riesgos que suelen traducirse en una caída en los precios de la vivienda. Entre ellos se incluyen un endurecimiento de las condiciones financieras. También un mayor crecimiento del PIB real, la sobrevaloración de las casas así como un boom en el mercado crediticio, que suele estar directamente relacionado con grandes correcciones negativas de los precios de la vivienda a corto y medio plazo.
Los resultados del estudio también indican que un endurecimiento de las políticas macroprudenciales, como limitar los préstamos en relación con el valor de la vivienda, suelen reducir los riesgos. También señalan que la política monetaria puede influir en los riesgos relacionados con el coste de las casas, no solo a través de las condiciones financieras sino a través de los tipos de interés, dado que una relajación inesperada de las tasas suele reducir solo a corto plazo los riesgos para los precios de la vivienda en las economías avanzadas.