
La industria del automóvil es siempre una de las más importantes en todas las economías del mundo, y Cataluña no es una excepción. Su impacto en el PIB es del 10% y las marcas que producen vehículos en el territorio, Nissan y Seat, dan trabajo a más de 50.000 personas de forma directa. Según datos del Clúster de la Indústria d'Automoció a Catalunya (CIAC), el sector emplea a 143.400 personas de forma directa e indirecta en la comunidad autónoma.
Contodo, según el CIAC, si la industria de automoción catalana no se reinventa, en 2030 habrán desaparecido el 75% de las empresas actuales. Con todo, el clúster cree que el tejido industrial local tiene capacidad para transformarse.
Las dos grandes plantas automovilísticas de Cataluña son la de Seat en Martorell y la de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Martorell es la tercera fábrica más grande del Grupo Volkswagen -que forman la marca Volkswagen, Skoda, Audi, Bentley, Lamborghini, Porsche y Bugatti, entre otras- y es ejemplo de Industria 4.0 gracias a la combinación de trabajo humano y más de 2.000 robots que trabajan para producir unos 2.400 coches al día. Para ello, la marca ha invertido miles de millones de euros durante los últimos años. El Grupo Volkswagen confía en el potencial de la marca, que encadena tres años de balance económico récord.
Luces...
Precisamente los buenos resultados obtenidos durante los últimos años han hecho que, en boca de Herbert Diess, consejero delegado del Grupo Volkswagen, "Seat adquiera un nuevo rol dentro del grupo tomando aún más responsabilidad". La marca española ha recibido varios encargos importantes desde Alemania y, como muchas de sus marcas, también ha quedado definida su estrategia para encarar la electrificación del sector, uno de los retos más importantes de la historia de la automoción. En este caso, su presidente Luca de Meo anunció que el nuevo Cupra Formentor, el nuevo todocamino deportivo híbrido enchufable, se producirá en Martorell.
En cuanto a los planes de electrificación, muy ambiciosos entre todas las marcas que integran el Grupo Volkswagen, Seat confirmó que lanzará cuatro vehículos híbridos enchufables y tendrá dos eléctricos para 2021. No obstante, la producción de vehículos cien por cien eléctricos no está prevista en Martorell durante los próximos años. Aun así, lo que sí hará Seat será desarrollar una versión más pequeña de la plataforma MEB para eléctricos del Grupo Volkswagen que no superen los 20.000 euros, algo de lo que se ocuparán más de 300 ingenieros.
...y sombras
Todo lo contrario le sucede a Nissan en su planta de la Zona Franca, donde la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi ha planteado un plan que contempla la salida de 600 trabajadores, 500 en forma de prejubilaciones y 100 más en forma de bajas voluntarias a cambio de una inversión de 70 millones de euros para construir una nueva planta de pintura que cumpla las próximas normativas ambientales europeas, porque de no hacerlo deberían cesar su producción en 2023.
Los sindicatos demandan nuevos coches -aunque Nissan no lo prevé, al menos, hasta 2021- o inversiones que sirvan de luz al final de un túnel que cada vez se hace más largo, especialmente tras la muerte del Pulsar y la NV200 de combustión. En el contexto de mercado actual, la dirección quiere que la planta de la Zona Franca sea una fábrica de 60.000 unidades anuales, un 30% de su capacidad.
¿Y los proveedores?
Los fabricantes de materias primas y componentes para la automoción, que son unos dos centenares en la comunidad, también presentan disparidad en su grado de preparación para los cambios tecnológicos que enfrenta el sector. Hay ejemplos de adaptación -no sin haber afrontado dificultades económicas y despidos por el camino- como los de Ficosa, Relats, Gestamp y Continental, pero también hay muchas pymes que corren el riesgo de morir en el intento. El tiempo es oro, y el CIAC insta a aprovecharlo.