
El que fuera director general del Banco Financiero de Ahorros (BFA) y mano derecha del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, Matías Amat Roca, ha afirmado que Bankia acordó blindar la inversión de los dueños de Gestamp por un "periodo determinado de unos meses" al prever que la acción se mantendría o subiría.
Así lo ha declarado el antiguo gestor de BFA, matriz de Bankia, durante su comparecencia en calidad de testigo en el juicio que investiga la salida a bolsa de la entidad en julio de 2011, que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid).
La fiscal Carmen Launa ha relatado que en mayo de 2007 la Sociedad de Promoción y Participación Empresarial Caja Madrid se hizo con el 5% de Gonvarri por unos 63,5 millones de euros. Esta firma era una sociedad patrimonial de los hermanos Francisco y Jon Riberas, dueños de la multinacional auxiliar del automóvil.
Al firmar esta operación, Caja Madrid aceptó supuestamente una opción de compraventa, que podría ejercerse a partir de mayo de 2012 y cuyo precio dependería de los resultados de Gonvarri.
No obstante, el exconsejero delegado de Bankia Francisco Verdú cambiaría esta cláusula en 2011, de modo que el banco vendería sus acciones de Gonvarri por un importe menor si Gestamp perdía dinero en su inversión en la salida a bolsa, ligándose el precio al valor de la acción.
"El valor de Bankia debía mantenerse"
En este sentido, Amat ha asegurado desconocer de quién vino la iniciativa de esta renegociación, aunque sí ha reconocido que conoció este asunto a través de Verdú. De este modo, ha explicado que Gestamp, cuya inversión en el debut bursátil de Bankia ascendió a unos 58 milllones de euros, firmó un contrato de diferencias que establecía "un periodo determinado" por el que el banco protegía el valor de las acciones.
Según ha dicho, no era un blindaje "permanente", sino que una vez expiraba el plazo, que se había limitado a "unos meses", la cláusula vencía y se ejecutaba la operación de compraventa de acciones. "Si las acciones de Bankia subían, el banco tenía derecho a plusvalías. Al contrario, si bajaban, se cubrían", ha apuntado.
"No teníamos la expectativa de que el valor de Bankia se derrumbaría como se derrumbó", afirma Amat
Este contrato, que durante la fase de instrucción los peritos señalaron que se debió a una estrategia del expresidente Rodrigo Rato para atraer a inversores institucionales, se firmó con "la expectativa de que el valor de Bankia se mantuviera o incluso se incrementara, ya que el precio al que salió a Bolsa era relativamente bajo", según ha dicho Amat.
"No teníamos la expectativa de que el valor de Bankia se derrumbaría como se derrumbó. Era incierto que esas pérdidas se pudieran dar, no era previsible cuando se firmó la operación", ha subrayado el testigo ante la sección cuarta de la sala de lo penal.
En el mismo orden de cosas, el exdirector general de BFA ha negado conocer si Gestamp vendió posteriormente estas acciones, una vez finalizó el periodo de blindaje.
"No sé si las mantuvo o no, no he podido encontrar esa información", ha dicho, añadiendo que si se las quedó "incurrió en unas pérdidas sustanciales". "Si siguió con ellas, las pérdidas habrán sido superiores a las que nosotros cubrimos", ha apostillado.
"No me acuerdo"
Amat ha recurrido en numerosas ocasiones a las coletillas de "no me acuerdo" y "yo ya no estaba", evitando contestar a la mayoría de las preguntas de Launa y a las de varias de las defensas de los acusados.
De esta forma, aunque fue el máximo responsable de participadas de BFA y de forma funcional en Bankia, Amat ha recalcado que solamente "hacía un seguimiento económico" de las mismas.
Además, ha asegurado que se excluyó a esta dirección general de la responsabilidad sobre Banco de Valencia. "Seguro que alguien lo controlaba, pero no estaba en mi ámbito de funcionamiento", ha precisado.
Tampoco ha recordado el informe de auditoría que incluía salvedades de limitación al alcance en Bancaja Habitat, ni el expediente abierto por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) sobre el informe de Deloitte, o ha negado haber tenido en algún momento acceso a algún informe del Banco de España, entre otras cosas.
Próximas declaraciones
Está previsto que el próximo lunes 1 de abril declare en el juicio el ex director general de Supervisión del Banco de España, Mariano Herrera García-Canturri, quien presentó su renuncia en febrero de 2017 después de que la Audiencia Nacional le citase a declarar como investigado por el caso Bankia.
Un mes después declaró en calidad de investigado y afirmó que los datos contables disponibles a finales de marzo de 2011 no presentaban errores que impidieran la salida a Bolsa de la entidad ese año.
Finalmente Mariano Herrera, como el resto de los responsables de supervisión del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que habían sido imputados durante la instrucción, quedó fuera del proceso, y desde finales de diciembre es director general del Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito.
El tribunal que preside Ángela Murillo también ha citado el próximo martes 2 de abril al ex interventor general de BFA, Antonio Román González, que declarará como testigo. Román se incorporó a Caja Madrid en 1983, donde ocupó diversos puestos de responsabilidad hasta ser el interventor general de BFA hasta mayo de 2011.
FG declarará el 3 de abril
Una de las citaciones más esperadas es la del expresidente de BBVA Francisco González, quien declarará el miércoles 3 de abril como testigo. González, ahora cuestionado por su supuesta relación con el excomisario encarcelado José Manuel Villarejo, fue señalado en varias ocasiones por parte del expresidente de Bankia Rodrigo Rato en su interrogatorio, responsabilizándole de haber forzado su salida del banco junto al exministro de Economía Luis de Guindos.
A continuación, el próximo lunes 8 de abril será interrogado como testigo el ex director general del Gabinete de Presidencia, Estrategia y Desarrollo Corporativo de Bankia Luis Maldonado García-Pertierra.