S&P ha mantenido este viernes el rating de España en A-, una nota que recuperó hace ahora un año tras perderla como consecuencia de la crisis económica. La firma prevé que el PIB español cierre este año con una subida en el entorno del 2,2% (al igual que el Gobierno), y un incumplimiento del objetivo de déficit, que debería estar por debajo del 1,3% y la calificadora estima en el 2,2%.
En marzo de 2018, la agencia de calificación citaba como motivo de subida de la nota desde BBB+ que la tensión política en Cataluña no obstaculizó el crecimiento económico en España. Sin embargo hoy ha aludido precisamente al conflicto independentista como un motivo por el que no se mejora el rating del país.
Por otra parte, avisa de que la nota podría aumentarse en los próximos 18 meses si continúa la consolidación presupuestaria - que el Gobierno de Sánchez ponía en riesgo en la propuesta de Presupuestos del Estado que rechazó el Parlamento - y el pago de la deuda externa neta.
Por el contrario, podrían revisar la perspectiva a estable si el crecimiento económico es más débil de lo previsto, si la deuda neta se incrementa por encima del 100% del PIB o si las tensiones entre el Gobierno central y Cataluña van en aumento.
Entre las cuestiones más destacadas de la calificación de S&P están que ven "incierto" que el parlamento que salga de las elecciones del 28A sea capaz de dar "un mandato efectivo al próximo gobierno" dada la "fragmentación política", por lo que ven probable una "coalición de gobierno débil"; alertan del alto desempleo, especialmente en lo relativo a los jóvenes y los parados de larga duración.
S&P señala que las oportunidades de empleo crecerán, aunque una parte importante de estas oportunidades serán trabajos temporales. La mejora del Salario Mínimo Interprofesional podría causar, además, una reducción en el ritmo de las contrataciones.
La agencia espera que la demanda interna continúe estimulando el crecimiento y que las exportaciones netas tengan una contribución ligeramente negativa. Asimismo, cree que aumentará el consumo privado y mejorarán los salarios.