
La consideración de insuficiente a la propuesta del Gobierno para el Estatuto de la Industria Electrointensiva ha sido común en empresas y sindicatos. Un rápido vistazo por los mecanismos existentes en varios países de la UE entre 2017 y 2018 revela por qué:
Alemania
Alemania establece un potente sistema de apoyo para sus industrias electrointensivas en varias normas. Ofrece compensaciones por los costes del CO2 de 3,4 euros por MWh, cuenta con un mecanismo de gestión de la demanda que proporciona un ingreso medio de 3,4 euros por MWh y contempla una fortísima reducción de los cargos para financiar las fuentes de energía renovable que deja en 1 euro por MWh un importe que asciende a 68 euros por MWh en la tarifa estándar.
Adicionalmente, ofrece una exención total del impuesto sobre la electricidad, con 21 euros por MWh, así como otras exenciones parciales a ciertos costes del sistema -del 80 al 90% en el caso de los consumos superiores a 10 GWh- con un impacto de 14 euros por MWh.
Francia
En el país vecino, la pública EDF ofrece precios específicos a los grandes consumidores, de modo que pagan 42 euros por MWh de la energía adquirida en el mercado mayorista, frente a los 47 euros por MWh de media durante el período.
Al igual que en Alemania, se ofrece una compensación por las emisiones de CO2 de 3,4 euros por MWh, una reducción de la factura de las renovables que la deja en 1 euro por MWh frente a los 23 euros por MWh de la tarifa estándar y dispone de un mecanismo de gestión de la demanda que proporciona un ingreso medio de 2,5 euros por MWh.
En el capítulo de las exenciones, no se paga el impuesto sobre la electricidad, con una incidencia de 10 euros por MWh y existe una exención parcial de los costes del sistema de 2 euros por MWh.
Holanda
En Holanda se aplican menos capítulos, porque no hay una aportación por gestión de la demanda. Las ayudas se limitan a la compensación por los costes del CO2 repercutidos en la electricidad, que asciende igualmente a 3,4 euros por MWh. La reducción de la aportación para financiar las fuentes verdes también reduce la factura hasta el euro por MWh.
Eso sí, tiene mayor relevancia el capítulo de las exenciones: en el caso del impuesto a la electricidad es total, evitando el desembolso de 70 euros por MWh, y en el caso de los costes del sistema es parcial, con un montante de 2 euros por MWh.
Bélgica
De un modo muy similar al de la cercana Holanda -tampoco hay gestión de la demanda-, la reducción por el CO2 asciende a 3,4 euros por MWh y los desembolsos para financiar las renovables se reducen a 1 euro por MWh.
Las exenciones, no obstante, son menos relevantes: el impuesto sobre la electricidad pasa de 11 euros por MWh a 2 euros por MWh y la exención parcial de los costes del sistema deja el impacto en 1 euro por MWh.
Reino Unido
Al otro lado del Canal de la Mancha se aplica una reducción al impuesto sobre el CO2 que rige en el país -el carbon price floor- y sobre el propio precio del carbono que participa en el mercado europeo, con una incidencia de 2,6 euros por MWh. Su mecanismo de gestión de la demanda aporta un ingreso de 3,6 euros por MWh y la reducción de los apoyos para las fuentes verdes permiten que se queden en 3 euros por MWh, frente a los 23 euros por MWh de la tarifa estándar. La exención sobre el impuesto de la electricidad es total y asciende a 5 euros por MWh.
Italia
Finalmente, Italia permite que los grandes consumidores se conecten virtualmente a otros países comunitarios con bajos precios, con lo que consiguen una rebaja de unos 3 euros por MWh, hasta los 55 euros por MWh.
Carece de sistema de apoyo por los costes del CO2, y su mecanismo de gestión de la demanda aporta un ingreso medio de 3,6 euros por MWh. La reducción del apoyo a las renovables tiene un impacto muy relevante, de 71 euros por MWh.
Las exenciones son parciales, tanto en el impuesto sobre la electricidad -de 18 euros por MWh- como sobre los costes del sistema, con una incidencia de 11 euros por MWh.