
La economía española terminó el pasado año creciendo en niveles importantes, bastante por encima de los de la Unión Europea. Sin embargo, los empresarios ya vienen avistando que ese crecimiento es menor o tiene menos fuerza que en años anteriores, según concluye el informe Perspectivas España 2019 de KPMG y la CEOE.
Con este precedente, el 48 por ciento de los empresarios, muy superior al 11 por ciento de la edición anterior, cree que la economía irá a peor en los próximos 12 meses; un 45 por ciento espera que se mantenga igual y tan solo un 7 por ciento -frente al 35 por ciento de la anterior edición- espera que mejore. Y es que, los directivos son muy conscientes de que hay múltiples riesgos abiertos (Brexit, tensiones comerciales, desaceleración en China, ralentización en Europa, recesión en Italia…) de cuya resolución dependerá la evolución de la economía internacional, europea y también española, por el efecto contagio de una economía tan globalizada como la actual.
Proyecciones de negocio
En 2018, uno de los elementos que han seguido de cerca las empresas, por el impacto que tiene en su negocio, es la evolución de la incertidumbre política. El 67 por ciento de los empresarios señaló que la situación política de 2018 tuvo un impacto negativo en su empresa y, preguntados por la naturaleza de ese impacto, prácticamente todos -93 por ciento- apuntan a la generación de incertidumbre.
Sin embargo, pese a ser conscientes de sufrir un entorno complicado, confían en su gestión para intentar sortear las dificultades y lograr que las principales magnitudes de negocio no se resientan excesivamente. De esta forma, los directivos se muestran positivos, y es que a pesar de que el año pasado el 77 por ciento de los consultados proyectaba un aumento de las ventas en doce meses, en esta edición el porcentaje es del 69 por ciento.
En cuanto a la inversión, uno de cada dos prevé aumentarla -frente al 57 por ciento de la anterior edición- y un 37 por ciento espera que se mantenga sin cambios. El destino prioritario de las inversiones son las herramientas tecnológicas y, entre estas, destacan por encima de las demás los sistemas de analítica avanzada de datos y los servicios en la nube o cloud.
Poniendo el foco en la plantilla, casi un 40 por ciento confía en incrementar las contrataciones; otro porcentaje similar espera que se mantenga sin cambios y un 21 por ciento proyecta llevar a cabo ajustes .
Desde el punto de vista de la expansión internacional, cuatro de cada diez se decantan este año por mantener su presencia internacional sin cambios, mientras que un 33 por ciento prevé incrementarla. Estados Unidos, Francia y Alemania son los tres países más seleccionados por los directivos como destinos prioritarios.
Los sectores que afrontan con más optimismo el ejercicio 2019, destacan los ligados a la tecnología, epicentro de la conectividad y la transformación digital. Los menos optimistas son el sector de automoción y los sectores procíclicos en los que la desaceleración económica y el impacto de la tecnología pueden generar especiales desafíos.
Prioridades estratégicas
Lamejora de procesos y transformación digital son, con diferencia, las dos prioridades estratégicas de los directivos para 2019. El 56 por ciento señala que la transformación digital ha mejorado la relación conlos clientes y otro 51 por ciento apunta que ha logrado reducir costes y mejorar la eficiencia. En ambos casos, los porcentajes son ligeramente superiores a los de la pasada edición. Solo hay un caso, la gestión de riesgos, en el que no se muestran avances porque la digitalización de la función sigue siendo una tarea pendiente: solo el 18 por ciento de los directivos sigue señalando que la transformación digital ha ayudado a mejorar la gestión de riesgos
Por otro lado, la mayor inquietud por los riesgos de ciberseguridad está llevando a las empresas a reforzar sus plantillas en esta área y no siempre encuentran los profesionales que necesitan debido a la escasez de talento. La ciberseguridad ha reforzado su peso en las empresas ante el creciente número de ataques y a la entrada en vigor en 2018 del Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD), que exige mayor protección de los datos personales. Además, las brechas de seguridad pueden acabar generando pérdidas reputacionales y de negocio reseñables. Estas preocupan sobre todo en el sector de la banca y la industria.
Por último, en cuanto a las peticiones al Gobierno por parte de los empresarios y directivos, no muestran grandes diferencias respecto a pasadas ediciones. La simplificación administrativa vuelve a estar en el top 1, al concentrar casi la mitad de las respuestas. A esta le siguen la educación, la formación y desarrollo de competencias, el fomento de la innovación, la incentivación de la creación de empleo y la reforma fiscal.