
El comercio mundial cerró el último trimestre del año pasado avanzando un tímido 1,5%, su menor ritmo desde la crisis financiera, según datos de Capital Economics. Sin embargo, desde el arranque de año, algunos expertos atisban tímidos repuntes. El índice semanal de envíos de Harpex, que mide la actividad global de transporte de contenedores, sugiere que el comercio global comenzó a mejorar a finales de enero. También sopla a favor el repunte experimentado por los precios de los metales.
"Hasta la fecha estas modestas mejoras aún no han provocado un rebote en los PMIs de Europa y China, pero estamos observando señales de que la desaceleración en el resto del mundo está llegando a su fin", recalca en un informe Torsten Slok, economista global de Deutsche Bank.
Aunque los índices de volumen y actividad aún no muestran signos de haber tocado fondo en el comercio mundial, el Instituto Internacional de Finanzas (IFF, por sus siglas en inglés), que cuenta con la capacidad de observar la actividad comercial estadounidense en tiempo real, estima que los temores sobre el comercio mundial podrían ser exagerados al igual que las preocupaciones sobre un debilitamiento significativo de la economía mundial.
"Las importaciones y exportaciones reales de productos más allá de las materias primas se estabilizaron en EEUU a principios de 2019 y muestran síntomas de mejora", señala en un análisis su economista, Sergi Lanau, quien justifica su proyección aludiendo a los datos semanales sobre unidades registradas en todos los puertos de entrada del país en más de 100 categorías de productos.
Las negociaciones China-EEUU siguen en marcha
Las mejoras llegan a pesar de que China y EEUU no alcanzan un acuerdo comercial para levantar los aranceles que ambos países establecieron el pasado año y que gravan un grupo de productos por valor de 360.000 millones de dólares. Una situación que ha generado tensiones en el comercio mundial si a ello sumamos otros azotes comerciales instigados por la administración Trump, como los aranceles sobre el acero y el aluminio.
Sin embargo, desde el gigante asiático han realizado algunos guiños a los americanos sobre su voluntad de llegar a un acuerdo. La Asamblea Nacional Popular (ANP) de China aprobó el viernes una nueva ley unificada de inversión extranjera, el proyecto estrella de la sesión anual del organismo, que finalizó esta semana en Pekín. "Los derechos e intereses de los empresarios extranjeros serán protegidos (...) con un mecanismo de quejas (más) abierto, transparente y eficaz" en caso de litigio, aseguró el primer ministro chino Li Keqiang.
Li aprovechó también la ocasión para negar rotundamente las acusaciones de Washington sobre el riesgo de seguridad que plantea el gigante tecnológico chino Huawei, afirmando que Pekín "nunca" pedirá a las empresas que espíen a otros países.
El primer ministro chino, eso sí, dijo que el país cumplirá con sus compromisos para continuar impulsando reformas, en otro claro guiño a EEUU. Pese a todo, el encuentro cara a cara entre Donald Trump y Xi Jinping no se celebrará este mes de marzo, como estaba previsto inicialmente, sino que se pospondrá por lo menos hasta finales del mes de abril.