Economía

Australia se enfrenta a un nuevo 'aterrizaje' de su economía tras 28 años sin sufrir una recesión

  • Deberá lidiar con la desaceleración de la economía de China
  • Reserva del Banco de Australia: "El ajuste inmobiliario es manejable"
  • La isla acumula 28 años consecutivos de crecimiento económico
El teatro de la ópera de Sydney y el puente del puerto al atardecer. Alamy

Al igual que está ocurriendo a nivel global, los riesgos a la baja se ciernen sobre la economía de Australia tras 28 sin sufrir una recesión (dos trimestres consecutivos de caída del PIB). Aunque esta vez los obstáculos podrían ser más graves, Australia es especialista en lograr aterrizajes suaves de su economía que ponen fin a un ciclo sin dar lugar a una recesión en toda regla. La desaceleración de China (35% de las exportaciones), el endurecimiento de los condiciones globales (afectan a países pequeños) y la corrección del mercado inmobiliario van a poner a prueba a la economía de Australia.

Oxford Economics: "Los 28 años de expansión son un importante recordatorio de que los aterrizajes suaves existen"

Los riesgos son importantes. El Fondo Monetario Internacional destacaba en la revisión de la economía australiana publicado hace una semana que la dependencia de China puede poner a prueba a la isla. El 35% de las exportaciones australianas van al 'gigante asiático', destacando el carbón, el hierro y los servicios educativos, pero también existen otras relaciones como la creciente afluencia de turistas chinos.

Profunda dependencia de China

La economía oceánica deberá lidiar con una reducción de este impulso extra que ha supuesto el rápido crecimiento de China, principal socio comercial. Pekín ha rebajado su previsión de crecimiento económico a una horquilla de entre el 6,5% y el 6% para este año después de registrar un avance del 6,6% durante 2018, mínimos de hace tres décadas. Antes de la Gran Recesión (2008), la economía china crecía alrededor de un 10% anual.

Los economistas del FMI explican que "Australia se ha beneficiado del rápido crecimiento de China, por eso mismo ahora está más expuesta a los riesgos relacionados con ese país que está afrontando cambios estructurales".

El boom de las materias primas

Por otro lado, la isla encara la recta final del boom de las materias primas, que componen la mayor parte de sus exportaciones. Por último, pero no menos importante, el mercado inmobiliario ha comenzado a enfriarse tras una subida del 70% de los precios en la última década, mientras que la deuda de las familias supera el 100% del PIB.

A pesar de todos estos riegos, "los 28 años de expansión son un importante recordatorio de que los aterrizajes suaves existen... creemos que la expansión de Australia vivirá lo suficiente para celebrar al menos su 30 cumpleaños", aseguran los economistas de Oxford Economics.

Philip Lowe, gobernador de la Reserva del Banco de Australia (banco central del país), "cree que el ajuste en el mercado inmobiliario es manejable para la economía. Es poco probable que nuestra expansión económica descarrile. Además tendrá algunos efectos positivos haciendo más accesible la vivienda para mucha gente", aseguraba en un discurso ese miércoles.

Los expertos de Oxford Economics explican que aunque las ciclos expansivos maduros tienden a finalizar, los ciclos muy largos tienen más opciones de prolongarse: "Las expansiones son más robustas cuando están entre los 10 y los 15 años... la evidencia histórica podría demostrar pronto que la muerte de una expansión podría ser menos probable cuanto más largo es el ciclo".

Ejemplo de políticas acertadas

Australia ha sido un ejemplo de políticas acertadas que han permitido tantos años de crecimiento. Aún así, la suerte ha sido sin duda un factor clave para lograr este ciclo eterno de crecimiento. La industria australiana ha sabido aprovechar a la perfección las necesidades de un 'dragón' en pleno crecimiento como ha sido China. Los analistas de Oxford Economics hablan de "una constelación de shocks más o menos favorables".

A todo ello hay que sumar un mercado laboral muy flexible que absorbe a la perfección los cambios en el crecimiento de la economía. Además, esta economía "ha sido una de las pocas que ha utilizado políticas contracíclicas (buscan suavizar el ciclo económico) de una forma evidente durante la última década. El Gobierno ha intervenido con inversiones masivas de infraestructuras en 2009, mientras que los últimos años ha presentados superávits aprovechando el fuerte crecimiento económico", destacan desde la firma de investigación. A todo ello hay que sumar la actuación de unos reguladores financieros que han sabido guiar a los bancos para mantener unos balances saneados.

Rob Carnell, economista jefe internacional de ING, destaca que otro punto a favor de Australia es la fortaleza de sus finanzas públicas, "con una deuda del 33,5% sobre el PIB, 10 puntos porcentuales por debajo de la media de la OCDE... estos niveles tan bajos de deuda pública bruta y neta están apoyados por la disciplina fiscal, con una hoja de ruta para el presupuesto que muestra un déficit del 1% para este año que se convertirá en un leve superávit de 2021 en adelante". No obstante, Carnell cree que estas proyecciones pueden ser demasiado optimistas, pero muestran la panorámica saludable de las finanzas públicas.

Este experto también alerta del elevado nivel de endeudamiento de los hogares, que junto a la corrección que está sufriendo el precio de la vivienda puede reducir la confianza de los consumidores y la demanda nacional. "2019 será un año duro para muchas economías, y Australia no será inmune. Sin embargo, la economía doméstica está en buena forma... mirando más a largo plazo, las finanzas públicas están un lugar muy favorable y hay margen para una política monetaria expansiva, mientras que la demografía está en mejor posición que en la OCDE. Por lo tanto, aunque el corto plazo está plagado de incertidumbres, el largo aún parece prometedor", sentencia Carnell.

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