La actividad económica en la zona del euro fue más fuerte de lo esperado en febrero gracias a que el sector servicios compensó el desplome industrial. El PMI de servicios de la zona euro mejoró hasta los 52,8 puntos desde los 51,2 registrados en enero, mientras el compuesto que mide la actividad en su conjunto se situó en 51,9 desde los 51 de enero, después de ser revisado cinco décimas al alza.
En las principales economías de la zona euro, Alemania y Francia, el índice PMI compuesto fue revisado al alza. Todos los países señalaron un crecimiento de la actividad, aunque en diversos grados. Mientras que Francia e Italia observaron incrementos marginales, los niveles de actividad en Alemania, Irlanda y España aumentaron a ritmos sólidos.
El índice PMI es elaborado a través de encuestas a los gerentes de empresas europeas. Con los datos se construye el índice PMI para reflejar la actividad del sector o del conjunto de un país. Una lectura por encima de 50 indica expansión, mientras que una lectura por debajo de 50 indica contracción.
Las empresas de servicios registraron un crecimiento modesto de la actividad, que mejoró los datos de enero. Sin embargo, la industria ha flaqueado en febrero con Alemania a la cabeza. Los nuevos pedidos recibidos para el sector de fabricación disminuyeron al ritmo más fuerte en casi seis años, ejerciendo una presión a la baja en la producción, que se redujo ligeramente por primera vez en casi seis años.
"Si bien el sector de servicios está mostrando una mayor capacidad de recuperación, los flujos de nuevos negocios siguieron siendo preocupantemente débiles, lo que ofrece pocas esperanzas de una mejora notable en el rendimiento en los próximos meses", dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios.
"Los resultados generales del estudio muestran que la tasa trimestral de crecimiento del PIB subió al 0,2% en febrero del 0,1% observado en enero", destaca. De esta manera repetiría el crecimiento registrado en el último trimestre de 2018, cuando se registró una expansión del 0,2%.
Los datos llega a pocos días de la reunión crucial del BCE, el próximo jueves, en la que se espera que el banco revise a la baja sus previsiones de crecimiento y de inflación para la región.