Economía

Refundación sindicalismo en CSI concluye con ambicioso programa

Wanda Rudich

Viena, 3 nov (EFECOM).- Con la adopción de un ambicioso programa para defender a los trabajadores en un mundo globalizado, 1.700 líderes sindicales que representan juntos a 166 millones de personas concluyeron hoy en Viena el primer congreso de la nueva Confederación Sindical Internacional (CSI).

El objetivo del foro ha sido unificar y refundar el movimiento sindicalista en el mundo, tras décadas de divisiones ideológicas y ante los estragos sufridos en sus filas y en la clase trabajadora por el avance de la globalización de la economía.

En primer lugar, la CSI -que nació el miércoles tras la fusión de las antiguas confederaciones Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y Mundial del Trabajo (CMT), junto a otras centrales que no tenían hasta ahora afiliación internacional- deberá preservar y fortalecer la nueva unidad lograda.

Así, junto al respeto de la gran diversidad de tamaño, culturas, historias, ideologías y formas de trabajo que tienen sus grupos integrantes, la confederación apuesta por los "valores comunes", especialmente por la exigencia de militar un sindicalismo "independiente y democrático".

Un total de 309 organizaciones sindicales nacionales afiliadas que cumplen estos requisitos quedaron inscritas como miembros fundadores de la CSI, entre ellas las españolas UGT, CCOO, USO y ELA, así como más de cincuenta centrales latinoamericanas, mientras que no hay integrantes de China o Cuba.

Para el secretario general de UGT, Cándido Méndez, el resultado de este congreso "tiene que significar una mejor correlación de fuerzas" ante la globalización financiera, ya que en la CSI hay tantos países como en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

"Creo que hay un discurso bastante uniforme, que es el movimiento sindical se unifica para hablar con una sola voz y encargarse de la nueva etapa económica y social, la de la globalización, y de defender en un marco global los intereses de la gente", dijo por su parte José María Fidalgo, secretario general de CCOO.

Su homólogo de USO, Julio Salazar, expresó su esperanza en que la cita vienesa, que "ha sido un hito singularmente importante", se traslade a otros niveles, y ayude a "superar los desencuentros también entre el sindicalismo español".

"Nosotros hemos sido miembros de las dos organizaciones precedentes (CIOSL y CMT), y con la misma ilusión que hemos impulsado el proceso de creación de la CSI, vamos a trabajar en adelante para cumplir este programa", explicó Laura González de Txabarri, delegada del sindicato vasco ELA.

Las cuatro centrales españolas están presentes en el Consejo General, el máximo órgano rector de CSI, tras la elección efectuada hoy de sus 70 titulares y 140 titulares alternos: Fidalgo (CCOO), Manuel Zaguirre (USO), Méndez (CCOO) y González de Txabarri (ELA).

Asimismo, el plenario confirmó que la sede central de la nueva confederación estará en Bruselas y eligió finalmente por aclamación al británico Guy Ryder secretario general de la central.

La gama de objetivos estipulados en las diez páginas del programa para los próximos cuatro años abarca desde lograr que la OMC introduzca una cláusula de respeto a los derechos de los trabajadores hasta la defensa del medio ambiente, pasando por la exigencia de que la ONU imponga el fin de la ocupación en Irak.

"Nuestras metas son ambiciosas. Cambios fundamentales en la economía global. Transformación social. Respeto universal de los derechos fundamentales de la población trabajadora", reconoció Ryder tras asumir su cargo esta mañana.

"Por las circunstancias actuales, sencillamente no es realista ser menos ambicioso", añadió el nuevo secretario general. EFECOM

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