
Tras dos años fuera de la escena pública celebrando la victoria del Brexit, el proyecto que defendió con uñas y dientes durante años, Nigel Farage vuelve a la política británica. El polémico eurodiputado anunció este viernes la creación del "Partido del Brexit" para presionar a Theresa May a que firme una salida de la UE lo más dura posible.
De entrada, amenaza con presentarse a las elecciones europeas de mayo si, como parece probable, la fecha efectiva de salida se retrasa. En una entrevista al Daily Telegraph, Farage dice estar "listo para luchar" y "defender la democracia británica", y cree que "podría ganar las elecciones europeas" si estas acaban celebrándose en Reino Unido. "Si May y Jeremy Corbyn no celebran la posibilidad esta amenaza electoral, lo único que tienen que hacer es conseguir un Brexit adecuado", dijo. Si no, presentará candidatos "a todas" las elecciones siguientes.
Y su idea de un "Brexit adecuado", según el registro de su partido, es uno que "no firme ningún acuerdo ni se una a ninguna organización internacional que suponga la rendición de ninguna parte de la soberanía de Reino Unido". En otras palabras, un veto directo tanto al acuerdo de salida negociado por la primera ministra como a los planes de salida suave "a la noruega" que defienden los laboristas de Corbyn.
Precisamente los laboristas se encuentran estos días en un estado de convulsión interna. Mientras una mayoría del partido insiste en celebrar un segundo referéndum que anule el Brexit, a su líder, un histórico euroescéptico, le cuesta ir más allá de un Brexit blando. La cúpula del partido tuvo que salir al paso ante las durísimas críticas internas que recibió la carta en la que Corbyn pedía a May una salida "a la noruega" por no incluir explícitamente la opción de un segundo referéndum como salida a la parálisis que vive el Parlamento, insistiendo en un mensaje a sus militantes que esa posibilidad "sigue sobre la mesa".
Pero el partido de Farage está diseñado para ir directamente contra los 'Tories'. Entre sus medidas, una bajada de impuestos o la "reducción del peso del Estado" sobre la economía, dos ideas que han formado parte de la ideología conservadora británica desde hace décadas y de las que, en su opinión, May se está alejando. Según el Telegraph, "miles de activistas 'tories'" estarían dispuestos a sumarse a su nueva organización.
El partido con el que Farage impulsó la demanda de un referéndum de salida, el UKIP, se encuentra hundido en las encuestas, en medio de un caos interno y empujado cada vez más hacia la derecha. Desde la dimisión de Farage en septiembre de 2016, el partido ha tenido cinco líderes distintos, cuatro de los cuales ya han renunciado a la militancia. El propio Farage rompió su carnet el año pasado, y ahora parece querer volver a empezar desde cero.