
Polémica a cuenta de los moscosos de los funcionarios. El sindicato CSIF ha denunciado un recorte por sorpresa de los días de libre disposición para los empleados públicos, algo que el Gobierno ha negado "catergoricamente" en líneas generales. Una escena que ha cogido por sorpresa a muchos trabajadores de la Administración Pública, pero que tiene una explicación.
¿De dónde surge este encontronazo? A primera hora de la mañana, CSIF denunciaba en un comunicado colgado en su página web que "El Ministerio de Función Pública recorta por sorpresa los moscosos de los empleados públicos", un titular que dejó perplejo a muchos trabajadores de la Administración. El sindicato aseguraba que el Gobierno había decidido limitar los días de asuntos propios de los empleados públicos (seis al año por regla general), introduciendo un nuevo criterio que los condicionaba al tiempo trabajado durante el año.
La respuesta del Ministerio de Meritxell Batet no se hizo esperar. En declaraciones al elEconomista.es, un portavoz negó "categóricamente" que hubiese un recorte de los días moscosos -en general- y puntualizaba que la regulación vigente es la misma que se aplica desde febrero de 2008.
En un comunicado, el propio Ministerio, aseguraba que ni ha propuesto ni va a proponer ningún cambio ni modificación en dicha regulación y que lo que ha hecho ha sido responder a una consulta que afectaba "exclusivamente" a los empleados públicos de nuevo ingreso y relativa sólo a si deben o no computar los periodos de práctica o cursos selectivos como periodo efectivamente trabajado. "Las disposiciones sobre los días de asuntos propios (seis al año) que hoy se aplican y se seguirán aplicando son las que hay vigentes desde 2008", detallan desde Función Pública.
Recorte, pero en algunos casos
A pesar de que el titular de CSIF ha generado esta alarma, el sindicato se refería a los días de libre disposición de supuestos concretos y no menos importantes como el de las mujeres víctimas de la violencia de género, las personas con una excedencia pro cuidados familiares o los funcionarios de nuevo ingreso. Para estos casos, el Ministerio de Función Pública aplicó en diciembre del año pasado un factor de proporcionalidad, de tal manera que los días de asuntos propios fuesen proporcionales al tiempo trabajado durante el año natural.
En declaraciones a Europa Press, el propio secretario de Estado de Función Pública, José Antonio Benedicto, ha asegurado que lo que se ha hecho es aclarar que, para funcionarios de nuevo ingreso, el periodo trabajado que se tendrá en cuenta para calcular los moscosos será el que media entre la toma de posesión de su plaza y el final del año.
En cualquier caso y malos entendidos al margen, desde CSIF han confirmado a este diario que "si el Gobierno no rectifica, emprenderemos acciones legales".
El origen de estos días libres
Los llamados días moscosos se disfrutan desde 1983, cuando fueron aprobados por el entonces ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, para compensar a los empleados públicos por la pérdida de poder adquisitivo, ya que sus retribuciones no estaban subiendo al mismo ritmo que el IPC.
En total, se trata de seis días de permiso por asuntos particulares, al que se añaden dos días más al cumplir seis trienios en la Administración, más un día extra adicional por cada trienio cumplido a partir del octavo, todos ellos sometidos a la previa autorización del superior y a las necesidades del servicio.
Durante la crisis, los moscosos se recortaron a la mitad, pero posteriormente y, tras las demandas sindicales, fueron devueltos a los empleados públicos.