
'Manual para vivir en la era de la incertidumbre' (Deusto, 2018) es una obra que genera importantes expectativas ya desde su título. Tras una década relativamente plácida de crecimiento y euforia, seguida de una turbulenta caída a los infiernos del ciclo económico, la situación política, social y evidentemente económica, se ha convertido en una espera continua y desesperada del siguiente hecho histórico inesperado. Desde la aparición de importantes movimientos sociales que tomaron la calle, una fractura social y una deuda monetaria sin precedentes en algunas de las regiones más importantes, casos de corrupción política y empresarial, a cuál más grave, o posible desmembramiento de la Unión Europea o de España, entre otros, cada vez se hace más complicado predecir y tomar decisiones ante tanta volatilidad.
Determinar la mejor manera de reaccionar de manera racional ante cambios tan rápidos parece una tarea imposible. Geert Hofstede, uno de los padres de los estudios modernos sobre cultura, explicaba que sociedades como la alemana o la japonesa tenían serios problemas con la incertidumbre. Sin embargo, ni la sociedad más innovadora y enfocada al cambio analizada por Hofstede, podría estar preparada para una situación como la actual. Por lo tanto, este libro arranca con una promesa arriesgada: proporcionarnos las claves para vivir, casi sobrevivir, en este entorno de alta incertidumbre.
La personalidad del autor, Antonio Garrigues Walker (Madrid, 1934), queda claramente reflejada en el comienzo del libro, acreditando detalladamente la ayuda recibida de Antonio García Maldonado en la creación de este. Este ejercicio de objetividad, transparencia y pensamiento positivo impregna todo el texto. Algo que no es tan normal como debiera actualmente y que, inherentemente, muestra de manera práctica como evitar de partida riesgos e incertidumbre por todos conocidos. En un momento de importante desconfianza en instituciones y representantes, nada como predicar con el ejemplo.
El libro explica cómo y por qué que los políticos actuales se encuentra en "campaña continua", lo cual, junto con otros motivos, ha provocado una crisis de confianza. ¿Qué debería pasar para que esto cambie?
Yo creo que el estamento político tiene que hacer una reflexión muy profunda sobre cual es su papel en la sociedad. Igual que la tenéis que hacer los medios de comunicación y los abogados y los médicos. Estamos en una época de cambio y ellos también tienen que empezar a entender una cosa muy clara y es que un sistema político basado en la confrontación permanente, un sistema político en donde no hay coaliciones electorales para nada, no hay acuerdos electorales para nada, no funciona. Últimamente se ha llegado a un acuerdo entre PSEO y PP para nombrar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial y todo el mundo se ha llevado una sorpresa tremenda. Ha parecido que es un milagro absolutamente increíble. Yo creo que en España tenemos que pensar que el estamento político en algún momento tendrá que darse cuenta que mejoraría mucho la imagen de los partidos políticos si empezaran a hacer coaliciones electorales para temas que sabemos que mejoran la convivencia humana y la calidad democrática y la situación económica y la calidad cultural. De eso no hay. Yo he repetido a menudo que no hay un solo país europeo dónde no hayan existido coaliciones electorales, mientras que en España nunca ha habido una coalición electoral, mientras que un país como Portugal tiene una coalición electoral que está funcionando perfectamente bien. Es decir, el estamento político tiene que darse cuenta de que su mal funcionamiento afecta también a la calidad democrática y a la sensibilidad democrática. Por lo tanto tendrán que reaccionar y yo creo que van a reaccionar.
Hay una frase en el libro dicha por Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, muy clarificadora de un gran problema actual: "Todos los políticos saben lo que deben hacer, lo que no sabe ninguno es cómo ganar las elecciones tras hacerlo". De hecho, la experiencia de Schroeder en Alemania. Siendo canciller tomó medidas impopulares que le han venido muy bien posteriormente a su país, pero que le supusieron abandonar la presidencia del gobierno en detrimento de Ángela Merkel. O el ejemplo que se comenta en el libro de Merkel y sus decisiones sobre inmigración. Alemania por cierto es un país dado a las coaliciones políticos. ¿Cómo puede afectar esto a la toma de decisiones futuras de los partidos políticos? Decíamos que la democracia es el mejor sistema posible con todos sus fallos pero parece que actualmente esos fallos se están notando mucho más.
Así es. Por ejemplo, muchos jóvenes empiezan a manifestar una cierta desafección por la vida democrática. Es decir, piensan que el sistema democrático a lo mejor no es estrictamente indispensable. China está creciendo economía, social, tecnológica y culturalmente, y no es una democracia. Es un tremendo esto. Decíamos que el sistema democrático es el peor de todos los sistemas, exceptuando todos los demás. Que está en cuestión el modelo democrático no lo digo sólo yo, es un tema generalizado. Todo el mundo habla de las debilidades del sistema democrático y esto tiene que ver con una democracia ineficaz. Una democracia incapaz de resolver o afrontar los problemas de la mayoría de la gente de una manera inmediata y directa. ¿Por qué? Pues porque la falta de acuerdo político hace que resolver las cosas se vuelva más complicado.
"Leyendo descubriremos que no es cierto que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es más, mucho de lo que estamos viviendo actualmente ya había ocurrido antes"
Un valor diferencial, que se agradece según avanzamos en el texto, es que toca todos los palos. Los grandes temas que están sobre la mesa actualmente, y que de manera profusa y profunda encontramos en otras obras recientes, aparecen aquí explicados y relacionados, como piezas de un puzle que nos invita a resolver con él. Empleo, tecnología, populismos. Para ello se apoya en pocas referencias por tema, pero sólidas, viajando al pasado todo lo necesario para sentar las bases de la situación actual. Ojo. La incertidumbre es necesaria en nuestras vidas. Sin embargo, los niveles de incertidumbre antes comentados pueden generar un gran estrés social y personal, más si viene combinado con el impacto de la velocidad de los cambios. Leyendo descubriremos que no es cierto que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es más, mucho de lo que estamos viviendo actualmente ya había ocurrido antes. Desde las amenazas al empleo por la revolución industrial a la corrupción política inesperada que generaba extraños compañeros de presidencia. También que aceptar la realidad de la corrupción y exigir responsabilidades a los corruptos no es excusa para negar la irresponsabilidad propia individual en la situación actual y en la búsqueda de soluciones mediante la acción.
Uno de los mayores retos para el mundo político es el tema del empleo. Pero este reto no es algo que no hayamos vivido antes. Lo comentas en el libro explicando lo que ocurrió durante la revolución industrial. A pesar de que tenemos referencias en el pasado, no estamos siendo capaces de aprender de ellas. ¿Por qué? ¿Cómo solucionarlo?
Todo el mundo está de acuerdo en que el problema del empleo tiene que ver con un crecimiento económico serio. Cuando hay un crecimiento económico serio el desempleo se ha reducido de una manera espectacular en muchos países, y han vivido épocas en las que había menos del 5%, es decir prácticamente pleno empleo. La crisis económica es una crisis que llevamos viviendo ya desde hace tiempo, y es un problema que provoca que no haya crecimiento económico suficiente. El crecimiento del empleo parece inútil esperarlo en esta situación. ¿Tenemos que esperar a que haya una nueva época de crecimiento económico profundo que elimine el desempleo? Yo creo que no. ¿Por qué? Pues porque no podemos imaginar un crecimiento económico espectacular de nuevo, que frene este problema del desempleo. Por tanto habrá que establecer otros sistemas para poder generar algún tipo de empleo que resuelva el problema actual, reduciendo las cifras que tenemos de desempleo, especialmente en los jóvenes.
Cuando hablábamos de la credibilidad del sistema democrático, para un joven que lleva sin trabajar tres, cuatro, cinco años, a pesar de tener una buena formación, pues lo que se le ocurre pensar es que quizá hay sistemas más eficaces que la democracia
Cuando hablábamos antes de la credibilidad del sistema democrático, para un joven que lleva sin trabajar tres, cuatro, cinco años, a pesar de tener una buena formación, pues lo que se le ocurre pensar es que quizá hay sistemas más eficaces que la democracia en los que se podría resolver este problema. Esto es algo tremendo. Yo creo que en ese problema estamos encerrados. Creo que debemos hacer un importante esfuerzo para reducir el desempleo, intentar evitar que haya niveles de desempleo tan espectaculares, que las empresas tengan un sentimiento de responsabilidad social basado en la idea de que lo más importante es crecer en empleo. Y que lo intenten hacer de la manera más responsable posible. Ahora, insisto, decirlo es muy fácil, hacerlo es más complicado. Pero es muy importante resolverlo. Como este tipo de situación social vaya a más estamos poniendo en riesgo todo, incluido el modelo económico.
El profesor Scott Galloway se refiere a las cuatro grandes empresas tecnológicas como "los Cuatro Jinetes del Apocalipsis", sobre todo por su impacto en la destrucción de empleo. Es más, augura la desaparición de la clase media.
Esos cuatro jinetes del apocalipsis han hecho cosas mal y han hecho cosas bien. Que duda tiene que han aportado y mucho a la sociedad. En materia de comunicación, de formación, de información, han aportado una cantidad de bienes realmente admirable. Por lo tanto intentar culpabilizarles de todos los males me parece que sería una error. Si ha habido un factor del progreso han sido esas empresas tecnológicas globales. Seguro que lo pueden hacer mejor pero lo que me preocupa es la descalificación del progreso tecnológico y de la innovación. No me parece que sea la solución al problema. ¿Qué podemos hacer? Todo el mundo menciona siempre los mismos datos: "dentro de 5 años el 70% de los empleos no existían hoy". Tiene lógica, cada época ha supuesto creación de empleos y destrucción de empleos, y la resultante siempre ha sido en conjunto positiva. Yo creo que de nuevo volverá a pasar lo mismo. Ahí es donde todo el mundo tendrá que poner en marcha, bien sea su responsabilidad personal, bien sea su responsabilidad social si es una persona jurídica. Lo que me resulta preocupante de este tipo de temas es que todo el mundo parece tener una capacidad crítica maravillosa pero no encuentro grupos que ofrezcan soluciones. Es decir, en general el juego que se ha puesto en marcha se basa en descalificar a los demás. Deberíamos encontrar grupos dentro de la sociedad civil que digan "esto se puede hacer de esta manera", o "esto se puede solucionar de esta otra manera". Y habrá que dialogar con todos los agentes, establecer con ellos acuerdos. Está relacionado de nuevo con lo que hemos hablado antes sobre la confianza. ¡No podemos perder ahora la confianza en todo! Sinceramente.
Estamos en una época magnífica
Desde sus 84 años de intensa vida y experiencias, una conclusión importante es que estamos en una época magnífica, posiblemente mejor que ninguna anterior. Pero no niega que ante nosotros aparecen también retos importantes, ni oculta la existencia de problemas serios en la sociedad actual. No olvidemos que el autor se encuentra volcado en apoyar organizaciones como Acnur, y doy fe de que la recomienda por activa y por pasiva, y que fue fundador del capítulo español de Transparencia Internacional, organismo que lucha contra la corrupción. Esta labor, junto con sus incursiones en política o su participación en otros foros y organizaciones, le hacen notario de lo mejor y lo peor, memoria historia viva y parte activa en buscar soluciones a dichos efectos. Habiendo visto naves en llamas más allá de Orión, sigue con una visión optimista de la raza humana. Así, nos plantea como ambos, retos y problemas, se pueden enfrentar con unos valores básicos y principios sencillos.
En 1977 el profesor Enrique Fuentes Quintana se dirigía a la nación en horario de máxima audiencia, básicamente reconociendo que el país tenía un problema serio, que afectaba a todos los estamentos y la sociedad, y que era necesario el esfuerzo y el sacrificio de todos para resolverlo. Algo así parece impensable hoy.
Estoy de acuerdo. Gran parte del problema es esa idea latina de que los demás tienen la culpa y que uno no tiene ninguna culpa ni responsabilidad. No se trata de negar la realidad pero todos y cada uno tenemos una responsabilidad, sobre todo la de buscar soluciones. Recuerdo en mi época que la frase de moda era "es que lo que hay que hacer es exportar". No me diga que el problema es que no le compran sus productos en otro país ¡Dígame usted cómo va a hacer para conseguirlo! Coincido con Enrique Fuentes Quintana. O la sociedad en su conjunto participa en todos los estamentos de manera constructiva o este problema tiene poca solución. Ahora bien, hay que reconocer que vamos hacia una sociedad muy individualista, en la que el individuo genera pocas comunidades sólidas. Vive solo, con sus ambiciones, esperanzas y sueños.
¿Puede ser una solución en este sentido lo que propones en el libro de darle más peso a las humanidades en la educación?
Uno de los problemas del sistema educativo español es la distinción entre ciencias y letras. La gente enseguida te pregunta, "¿usted es de ciencias o de letras?" En el modelo sajón algo así no existe. Uno elige programación, pero también estudios griegos o derecho romano. En esto uno no puede ni debe clasificarse. "Mire usted, es que como soy de letras no sé de números". ¡Pues no! Usted es de letras pero tiene que saber de números y tiene que saber matemáticas, y tiene que saber del mundo digital. Pero soy consciente de que hay mucha gente que está encantada con esa división. Sin embargo yo creo que nuestro sistema educativo debe cambiar. El sistema educativo español tiene que dar un cambio radical en este sentido y tiene que ampliar horizontes. Es decir, esto de que se nos clasifique en ciencias o letras me parece tremendo. Por ejemplo, tiene que ir más hacia el método del caso, típico de la educación en el mundo sajón. El método del caso es una gran herramienta de aprendizaje. Es un método que te enseña no solamente a conocer los textos, sino también a afrontar y a resolver problemas. Tenemos que dar este paso. Yo hecho de menos siempre el tema pedagógico. Me encantaría poder dar clases a gente joven.
Una posible salida para los jóvenes ante el desempleo puede venir por la vía del emprendimiento. Diversos estudios demuestran que entre los factores que más impactan en la consecución del éxito está el hablar otro idioma y la experiencia internacional en otro país. Máxime en un mundo globalizado.
Los jóvenes que deben tener una mente global. Una persona que sabe hablar español e inglés puede trabajar en cualquier lugar del mundo. Puedes buscar opciones de empleo incluso en África, y por supuesto en cualquier lugar de Europa. En el mundo sigue habiendo una gran cantidad de opciones muy bonita en lugares maravillosos. En España hay muy poca mente global. Por ejemplo en España el debate sobre política exterior no existe. No hay debate.
Hijo de muchos tiempos, Antonio Garrigues analiza con ojos optimistas y datos de fuentes diversas el nuestro, evitando los cantos de sirena que claman por la peor de las situaciones posibles. El libro es un magnifico resumen de su pensamiento y parte de su legado. No hace falta estar de acuerdo con él. Pese a su reconocido enfoque liberal el libro se muestra neutral y abierto al debate. Mientras lo estamos leyendo, nos hace pensar, nos reta, nos ilustra con historia y datos estructurados, para darnos sus claves para sobrevivir a una nueva era de incertidumbre. Otra más de unas cuantas que él ha vivido personalmente.
Te defines como optimista escéptico y es lo que intentas transmitir en el libro. ¿Cuál es la principal lección de optimismo y cual la de escepticismo que podemos obtener del 'Manual para Vivir en la Era de la Incertidumbre'?
El optimismo yo lo baso en la resiliencia del ser humano. El ser humano ha pasado por muchas crisis, por muchos problemas delicados y ha sabido resolverlos de una manera brillante. A veces hemos vivido épocas de guerras mundiales pero en general hemos aguantado esas crisis y hemos sabido salir adelante de una manera admirable. Por lo tanto no podemos perder la fe en la condición humana. El ser humano es listo, sabe adaptarse y saber reaccionar. Esa es mi. Sobre el escepticismo, se puede aplicar como sistema de inteligencia. El ser escéptico es bueno, es decir el no creer que todo se resuelve fácilmente y el darte cuenta de que hay problemas y saber cuales son esos problemas, es muy importante. Todos tenemos momentos de esperanza y momentos de desconsuelo. Esa mezcla de optimismo o de ser positivo como valor máximo y el escepticismo creo que es la combinación natural para todos nosotros.
Un libro recomendado para todo el que quiera saber lo que ocurre, por qué ocurre y lo que puede venir a continuación, explicado a partir de lo ya sabemos que había ocurrido en el pasado. También para todo el que quiera pensar y aprender. Y sobre todo un libro para ver el futuro de manera positiva y ponerse manos a la obra a mejorarlo. Y todo ello bajo un grato optimismo que no niega cuáles son las cartas con las que nos toca jugar.