La Generalitat intensificará en las próximas semanas su acción exterior en Europa y Estados Unidos para "denunciar la vulneración de los derechos civiles y la criminalización del derecho de autodeterminación" en España, según anunció ayer en el Parlament el presidente catalán, Joaquim Torra, que dijo querer "acusar al Estado español". Así, su petición de comparecencia urgente solicitada a última hora del martes se convirtió en la presentación de una campaña internacional contra la Justicia española y en la escenificación en la Cámara catalana del rechazo de los partidos independentistas catalanes a apoyar los Presupuestos de Pedro Sánchez y Podemos. Tras conocerse las acusaciones de la Fiscalía y la Abogacía del Estado para los líderes soberanistas en la causa del procés, sostuvo que el PDeCat y ERC ni siquiera se van a sentar a negociar.
Pese a la desunión del independentismo con tensiones entre JxCat, ERC y la CUP, Torra volvió a apelar a la internacionalización para "comenzar a preparar el camino de la mediación" -iniciativa hasta ahora fallida- para que Cataluña pueda celebrar un referéndum sobre la independencia, y explicó que el Govern se dirigirá personalmente "a todos los representantes de los países de la Unión Europea para explicarles cómo trata el Estado español a los políticos que han querido dar la palabra a su pueblo". También pidió la dimisión del presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, por el descrédito del sistema judicial español, mencionando casos como el cambio de criterio sobre el pago del impuesto de Actos Jurídicos Documentados en las hipotecas.
Asimismo, tanto Torra como el vicepresidente catalán, Pere Aragonès (ERC) -en quien delegó la respuesta a los grupos parlamentarios tras su discurso-, y el portavoz republicano Sergi Sabrià llevaron a su terreno la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre que Arnaldo Otegi no tuvo un juicio justo en la Audiencia Nacional, y auguraron que la causa del procés seguirá el mismo camino. Pese a las proclamas de Torra contra los PGE, el PSOE y Podemos siguen insistiendo en la búsqueda del apoyo de los soberanistas. Pedro Sánchez quiere reunirse con Torra en diciembre, cuando prevé celebrar el Consejo de Ministros en la Ciudad Condal, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también anunció ayer que solicitará un encuentro con el presidente catalán para intentar convencerle de que apoye las Cuentas estatales para revertir recortes.