Economía

Más déficit, indulto fiscal y alza del IVA: la receta populista para la economía italiana

  • Roma apuesta por incrementar las inversiones públicas y subir los subsidios
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Faltan pocas horas para que el Gobierno italiano presente la nota de actualización del Documento de Economía y Finanzas (DEF). Lo que suele ser una acontecimiento rutinario pensado para poner al día las previsiones económicas se esta convirtiendo en un evento que tiene con el alma en vilo el Ejecutivo en Roma, la Comisión en Bruselas y las bolsas europeas.

El 27 de septiembre, entre los datos que el ministro de Economía, Giovanni Tria, presentará, el más esperado es el objetivo de déficit. Lo único seguro es que el nuevo Gobierno populista no respetará el limite del 0,8% fijado por el anterior Ejecutivo de Paolo Gentiloni. Sin embargo el margen de maniobra que Tria se tomará con respeto al anterior objetivo es clave para entender si Italia intenta busca un acuerdo con Bruselas, como quiere hacer el titular de Economía, o si piensa tensar aún más la cuerda con Europa para disparar el gasto público, como piden los dos partidos que apoyan al Gobierno: el Movimiento 5 Estrellas y la Liga.

Tria se opone a Bruselas

Tria según los rumores filtrados por la prensa transalpina no quiere superar el 1,6%, el máximo previsto por Bruselas en caso de derogaciones a los compromisos europeos. Según el titular de Economía no tiene sentido financiar medidas que estimulan el crecimiento disparando el déficit, si luego se dispara también el diferencial de la prima de riesgo.

El aumento del coste de financiación de la deuda pasará a Italia una factura de casi 900 millones de euros para 2018, según el Observatorio sobre las Cuentas Publicas de la Universidad Católica de Milán, dirigido por el antiguo director del FMI (y comisario para la revisión del gasto) Carlo Cottarelli.

M5E y Liga, sin embargo, no comparten las preocupaciones del ministro y siguen pidiendo más recursos para financiar sus promesas electorales: un recorte de impuestos, nuevos subsidios para las familias más pobres y una bajada de la edad de jubilación.

Por esto la Liga ha avanzado la propuesta de un indulto fiscal: todos los ciudadanos a los que Hacienda pide impuestos atrasados o multas por una cuantía inferior al millón de euros podrán regularizar su situación abonando entre el 6% y el 25% (según su renta) de la deuda tributaria, sin alguna sanción penal. El partido derechista defiende que se trata de una medida que ayudaría a empresas y autónomos afectados por la crisis económica. Además el Estado podría recaudar en pocos meses hasta 24.000 millones de euros.

Una forma tan masiva de amnistía (enraizada en la tradición de la derecha transalpina que aprobó varias durante los Gobierno de Silvio Berlusconi) encuentra la oposición del M5E, movimiento nacido para luchar contra la corrupción de la clase política. Sin embargo, según los analistas políticos italianos, el M5E podría dar luz verde a una forma más ligera de indulto -que el Movimiento prefiere llamar "paz fiscal" -para obtener los recursos necesarios para lanzar la renta básica de ciudadanía, medida estrella de su programa. Otros recursos, señala la prensa italiana, podrían venir de recortes al gasto de los Ministerios, mientras Economía está considerando incluso una subida del IVA para algunos productos con tal de recaudar más dinero.

Revertir la desaceleración

Las negociaciones son frenéticas, pero tanto el tecnócrata Tria como los líderes de M5E y Liga están de acuerdo en la urgencia de estimular la economía transalpina cuyo crecimiento está ralentizando. La semana pasada la oficina del Parlamento que supervisa el balance del Estado revisó a la baja sus anteriores estimaciones: el crecimiento previsto para 2018 se va al 1,1%, con respecto a la anterior previsión del 1,5%, mientras el déficit para este año pasa del 1,6% al 1,8%. Para 2019, el déficit (si no se contabilizan los nuevos gastos previstos para los Presupuestos ) llegaría al 1 por ciento con respeto al 0,8 anunciado por el Ejecutivo de Gentiloni.

La idea de Tria es estimular la economía sin desviarse demasiado de los compromisos europeos. La semana pasada el ministro indicó que "es fundamental que las inversiones públicas lleguen por lo menos al 3% del PIB". "Estamos al 2% y es un nivel demasiado bajo para estar al paso con los otros países europeos" añadió durante el Bloomberg European Capital Markets Forum en Milán subrayando: "El objetivo del Gobierno es conseguir un crecimiento fuerte y sostenible a través de reformas estructurales".

Los próximos días el Ejecutivo tendrá que explicar si un aumento del déficit y un nuevo indulto fiscal, o la subida del IVA a algunos productos, bastan para dar el pistoletazo de salida a unas reformas económicas que podrían costar, según los analistas, 75.000 millones anuales.

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