Reino Unido podría celebrar un segundo referéndum sobre su pertenencia a la Unión Europea si el Parlamento rechaza el plan de la primera ministra, Theresa May, para el Brexit. El secretario de Estado en el Ministerio de Finanzas, Mel Stride, no lo descarta ante las dificultades de la premier para tener un apoyo mayoritario.
La estrecha votación de 2016 que decidió la salida de Reino Unido de la UE aún divide a la opinión pública, a menos de siete meses de que el país abandone el bloque. Theresa May está teniendo dificultades para sumar apoyos tanto en su país como en Bruselas para su plan de salida.
May ha rechazado la idea de un segundo referéndum sobre la salida de la UE, pero uno de sus ministros dijo que aún podría celebrarse si se rechaza su estrategia de negociación.
"Los que están a la derecha del partido, el ala pro-Brexit, estarán muy preocupados si ese acuerdo no prevalece, terminarán en una situación en la que podríamos tener un segundo referéndum y podríamos acabar con que no nos vamos de la UE", dijo Mel Stride, secretario de Estado en el Ministerio de Finanzas de Reino Unido.
"Existe el peligro de que eso suceda", añadió. La primera ministra británica, Theresa May, pedirá a la Unión Europea (UE) que "evolucione" en su posición negociadora al plantear hoy por primera vez su propuesta de "brexit" o la salida británica de la UE ante los Veintisiete, en una cumbre informal en Salzburgo (Austria).
La líder conservadora defenderá en Salzburgo la propuesta de futura relación bilateral que consensuó con su Gobierno el pasado julio en la residencia oficial de Chequers, que provocó la dimisión de dos ministros partidarios de un "brexit" duro, David Davis y Boris Johnson.
El plan comprende la creación de un mercado común de bienes con equivalencia regulatoria entre el Reino Unido y la UE, lo que, en opinión de Londres, permitiría mantener abierta la frontera con Irlanda, un tema clave en las negociaciones.
May advierte de que "ninguna de las partes puede exigir de la otra algo totalmente inaceptable", como lo sería crear "fronteras exteriores aduaneras entre partes del Reino Unido", en alusión a la controvertida sugerencia de Bruselas de mantener a Irlanda del Norte en alineación normativa con Irlanda.
Las declaraciones de Stride se enmarcaban en unos comentarios suyos explicando por qué pensaba que las facciones euroescépticas y europeístas del partido de May se acabarían uniendo para aprobar un acuerdo con Bruselas. También alegó que los parlamentarios europeístas respaldarían el resultado de las negociaciones para evitar abandonar el bloque sin ningún pacto.
En un informe coescrito por el hombre que redactó la cláusula del tratado de la UE que Reino Unido está utilizando para salir del bloque, la campaña People's Vote dijo que el Parlamento tendría una serie de oportunidades para alentar o forzar al gobierno a celebrar un referéndum.
"La suerte no está definitivamente echada, aún hay tiempo", dijo John Kerr, quien escribió la cláusula de salida del Artículo 50 del Tratado de Lisboa de la UE que May usó en marzo de 2017 para fijar una cuenta atrás de dos años para la salida de Reino Unido.
La campaña citó datos de encuestas de YouGov que muestran que habría más gente a favor de una segunda votación que en contra de la misma. Aunque la mayoría de los sondeos apuntan a una ligera desventaja del lado pro-Brexit, la opinión pública sigue prácticamente dividida en dos.