Economía

China baraja cancelar la negociación con Trump si aplica ya los aranceles

  • EEUU reduce al 10% su amenaza de barreras a productos por 200.000 millones
El presidente de EEUU, Donald Trump.
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Poco ha durado la esperanza sobre un posible acercamiento entre Pekín y Washington para relajar la tensión comercial que atosiga a las dos economías más grandes del mundo.

Pese a que una delegación liderada por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, tendió la mano la semana pasada al equipo negociador encabezado por el viceprimerministro, Liu He, la intercesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza con descarrilar cualquier tipo de avance diplomático en las próximas horas.

El republicano insistió el pasado jueves que los aranceles del 10%, no del 25% como se había avisado en agosto, sobre un catálogo de productos por valor de 200.000 millones de dólares deben implantarse lo antes posible para ejercer así una mayor presión sobre el gigante asiático y ganar margen de negociación. Según adelantó el pasado fin de semana The Wall Street Journal, el anuncio oficial podría darse a conocer a partir de este mismo lunes.

Precisamente, el nivel final de los gravámenes se ha reducido tras extensas audiencias públicas, donde patronales y compañías que importan estos productos de China se quejaron sobre el impacto que la decisión tendrá en su negocio así como en los consumidores antes de la temporada de compras navideñas de fin de año. Pero es cierto que la activación de los aranceles también se materializará antes de las elecciones legislativas del próximo 6 de noviembre, en un momento en que a los republicanos les podría costar mantener su hegemonía en la Cámara de Representantes y su mayoría simple en el Senado.

La administración Trump "tiene que mostrar sinceridad"

Con la imprevisibilidad que caracteriza al Despacho Oval en política comercial, ahora las conversaciones entre Washington y Pekín, fijadas para el próximo 27 y 28 de septiembre, podrían quedar en suspenso. Tras las informaciones de prensa, Yang Weimin, ex asesor económico principal del presidente Xi Jinping, aclaró ayer que China está dispuesta a negociar con EEUU, pero indicó que la administración Trump "tiene que mostrar sinceridad" a la hora de solventar estas tensiones.

Sin embargo, con Trump insistiendo en dar luz verde a estas represalias, que se suman al gravamen del 25 por ciento ya impuesto sobre una lista de productos chinos por valor de 50.000 millones, además de los pertinentes aranceles al acero, aluminio, paneles solares y lavadoras industriales implantados a comienzos de año, parece poco probable que el gobierno de Xi Jinping esté dispuesto a ceder en algunas de las exigencias de EEUU.

Entre ellas, se busca la eliminación de los subsidios a las empresas estatales, así como la obligación de las empresas estadounidenses que operan en el país de compartir derechos de propiedad, beneficios y tecnología con sus contrapartes chinas. De no encontrar solución, Trump amenaza con ir más allá y no sólo incrementar los aranceles del 10 al 25 por ciento sino también continuar gravando otros 267.000 millones en importaciones de la segunda mayor economía del mundo. De materializarse, EEUU acabaría por imponer aranceles sobre todos los bienes que compra a China.

En respuesta a la presión de Trump, algunos asesores de Xi Jinping han recomendado escalar la situación restringiendo las ventas procedentes de China de materiales, equipos y otras piezas clave para las cadenas de valor de los fabricantes estadounidenses. Si esto llegase ocurrir podría afectar a los iPhones de Apple, entre otros productos.

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