
Un grupo de economistas británicos defensores del libre comercio, integrantas del grupo de pensamiento 'Economists for Free Trade', han presentado un informe en Londrés en el que defienden las ventajas para Reino Unido de un brexit sin acuerdo.
Romper con la UE sin un pacto comercial con los 27 socios comunitarios restantes permitiría al Reino Unido "abandonar el mercado único y la unión aduanera, recuperar el control de las fronteras, leyes y regulaciones, y liberarse del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)", señala el informe.
El Gobierno británico tendría entonces la "libertad de establecer sus propias relaciones comerciales con resto del mundo", agrega el documento.
Comerciar bajo las normas de la OMC agregaría alrededor de un 7% al PIB británico en quince años y Londres recaudaría en torno a 80.000 millones de libras adicionales (89.600 millones de euros) en ese periodo, según los cálculos del grupo de pensamiento.
El exministro de Exteriores británico Boris Johnson y el exministro para el brexit, David Davis, dos de las figuras del Partido Conservador que han defendido un "brexit duro", asistieron a la presentación del documento, celebrada en una sala del Parlamento británico.
Boris Johnson advierte de que el acuerdo con Bruselas convertiría a Reino Unido en un "Estado vasallo"
Johnson, que dimitió en julio por sus discrepancias sobre el brexit con la primera ministra británica, la también conservadora Theresa May, intervino en el acto para sostener que el acuerdo que espera cerrar la jefa de Gobierno con Bruselas dejaría al país "sustancialmente peor" de lo que está actualmente.
A sus ojos, el Reino Unido se convertirá en un "estado vasallo" de la Unión Europea si se cumple el plan que May ha puesto sobre la mesa, que contempla mantener un "libro de normas común" en cuanto al comercio de bienes a ambos lados del Canal de la Mancha.
"Abandonar nuestro asiento en la mesa de Bruselas y continuar aceptando la legislación del mercado único dejaría expuestas a las empresas británicas, las firmas manufactureras y los emprendedores", dijo el antiguo jefe de la diplomacia británica.
Jacob Rees-Mogg, uno de los políticos más euroescépticos del Partido Conservador, señaló por su parte que el "problema" de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda es el principal escollo para llegar a un acuerdo de libre comercio entre Londres y Bruselas.
Rees-Mogg lamentó asimismo que el Reino Unido se ha visto "superado" en los últimos 25 años por países externos al mercado único comunitario, como Estados Unidos, India y China.