El Gobierno de Pedro Sánchez se está replanteando el futuro de las autopistas de peaje quebradas. Tras semanas trabajando en su posible relicitación, el Ministerio de Fomento ha abierto la puerta a quedarse con la gestión de las mismas ante la falta de apetito en el sector y la estrategia impulsada por el propio José Luis Ábalos de levantar todas las barreras de peaje de la red de carreteras españolas. Así, el departamento ha aprovechado que es imposible licitar las vías este año, porque no "hay ningún expediente preparado", para analizar otras opciones para las infraestructuras. "El escenario único ya no es la relicitación, se están analizando otras opciones que pasan porque las vías se queden en manos del Gobierno", explican fuentes cercanas al ministerio.
En este punto, el propio ministro de Fomento apuntó que antes de sacar al mercado las autovías quebradas tendrán que evaluar los costes de su mantenimiento y que se tendrá que plantear una "oferta atractiva e interesante" para que sea beneficiosa para todos. Así, el nuevo equipo del ministerio ha hecho en más de una ocasión la reflexión de que hay que replantearse "el modelo de las concesiones una vez que está hecha la obra" y que las empresas deberían ofrecer "alternativas viables" y más interesantes que simplemente cobrar y que incluyan planes de mejora y mantenimiento, explican fuentes del Gobierno.
En cuanto al futuro de las nueve autovías y radiales rescatadas por el Gobierno, Fomento ya planea dejar fuera de la privatización a la autopista de Alicante, el tramo de 33,2 kilómetro de circunvalación que pasó a manos de Seittsa el pasado 1 de abril. El resto de las vías rescatadas son las cuatro radiales de Madrid (dos de ellas en un mismo contrato), de la M-12 Eje Aeropuerto, que une la capital con el aeropuerto, de la AP-36 Ocaña-La Roda, y del tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera.
En cuanto a los fondos que se pueden captar por las relicitaciones para amortizar el coste de Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), estos serán insuficientes para cubrirla y reducir el déficit, lo que resta atractivo a la posible operación que, de hacerse finalmente, "no será de forma inmediata", reconoció Ábalos.
Así, el anterior Gobierno calculó que se podrían sacar entre 700 millones y 1.000 millones de euros, una cifra con la que no estaba de acuerdo el ministro y que mandó ajustar al poco de tomar posesión. A su vez, también ha revisado al alza el coste del rescate de los 1.800 millones y 2.000 millones previstos por el Ejecutivo del PP hasta un máximos de 2.600 millones. Los fondos que eran dueños de las autovías estiman un coste de 4.000 millones.
Ábalos encarga un Informe de Seguridad de los Transportes y las Infraestructuras de España
Más allá del futuro de las autovías, Fomento está redoblando su apuesta por la seguridad y el mantenimiento de las infraestructuras, para así evitar accidentes como el del puente de Atlantia en Italia. Ha ordenado poner en revisión la seguridad y el estado de todas las infraestructuras del país y fijar un plan de inversiones.
"He dado instrucciones para elaborar un informe exhaustivo sobre la Seguridad de los Transportes y las Infraestructuras en España, con la intención de presentarlo al Consejo de Ministros antes de fin de año. En este informe se revisarán, con una mirada prospectiva, todos los aspectos relacionados con la seguridad de competencia del Ministerio y concluirá con una relación de necesidades y propuestas para su mejora", anunció el ministro durante un desayuno organizado por Nueva Economía Forum. En este encuentro también anunció que Renfe tendría que prepararse para salir de España.