
En agosto de 2018 había 716.556 personas ocupadas en el sector de la educación, según los datos de la Seguridad Social. Esto supone un incremento del 7,5% respecto al año pasado. Sin embargo, la cifra de afiliados es un 23% inferior a la que registraba el pasado mes de mayo, cuando se alcanzó un récord de 937.718 cotizantes. ¿Qué ha ocurrido para que el sector pierda más de 221.000 ocupados en tres meses?
La explicación se repite en los últimos años: los centros educativos contratan a los profesores que necesitan durante los meses de curso y los despiden cuando éste termina. De hecho, el sector de la educación fue el que más empleo destruyó tanto en junio (-54.231 afiliados), como en julio (-109.224) y en agosto (-57.706). Así, aproximadamente una de cada cuatro personas que estaba trabajando en el sector de la educación en mayo ya no lo estaba en agosto.
En concreto, la variación entre mayo (el mes en el que suele haber más contratados en el sector) y agosto (el que menos) es del 23,5% en 2018, ligeramente superior a la del año pasado (23,23%), aunque inferior a la de los dos años precedentes, cuando se superó el 24%. En cualquier caso, desde el año 2014 prácticamente uno de cada cuatro personas que trabaja durante el curso en educación pierde el empleo en verano.
Más de rotación que antes de la crisis
Estas tasas contrastan con las que existían antes de la crisis, cuando también se despedía a profesores en verano, pero en menor medida. En concreto, en 2008 el número de afiliados despedidos en verano fue de 111.000, la mitad que en este ejercicio. En términos relativos, también afectaron a menos ocupados, en concreto, al 16,2% del total, siete puntos menos que este año.
La elevada tasa de despidos de este año, la tercera mayor de la década, coincide con la intención de la Seguridad Social de vigilar especialmente este fenómeno tras la sentencia del Tribunal Supremo en la que se declaraban nulos los despidos de los profesores interinos en junio para evitar pagarles en los meses de verano.
No obstante, la sentencia sólo afecta a los docentes que están contratados durante todo el curso, no a los que empiezan a trabajar una vez comenzadas las clases.
En este caso, casi todas las comunidades autónomas mantienen el alta en la Seguridad Social (y la retribución) a los interinos que trabajan una serie de meses. No obstante, esta protección sólo cubre a quienes trabajan para las administraciones públicas, lo que indica que parte de los despedidos son docentes de colegios privados y academias y centros similares.