
Entre algunas mesas de inversión, la segunda expansión económica más larga de la historia comienza a telegrafiar que está dinámica podría muestra ciertos síntomas de agotamiento. La fatiga no se dejará notar este año, cuando la Fed espera un crecimiento del 2,8% fruto del estímulo fiscal. Tampoco en 2019. Pero, para entonces, la posible inversión en la curva de rendimientos comienza a preocupar a algunos de los agentes del mercado.
"Si la Fed sube nuevamente las tasas en septiembre y promete volver a subirlas en diciembre, la curva podría invertirse tan pronto como en octubre", reconoce Joseph Lavorgna, economista de Natixis, quien explica que eso significaría que una recesión podría llegar tan pronto como el próximo agosto o tan tarde el mismo mes de 2020. Obviamente, esto no está predestinado.
En última instancia, señala Lavorgna, todo dependerá de la toma de decisiones de política monetaria y si el presidente de la Fed, Jerome Powell se toma la curva de rendimiento tan en serio como muchos expertos.
El economista de Natixis no es el único que en estos momentos observa un escenario similar, donde la Reserva Federal no sólo toca techo con su vuelta a la manivela monetaria en 2020, también recordemos año en el que el presidente Donald Trump se jugará la reelección, sino que para entonces tendría que verse obligada a iniciar una relajación en el precio del dinero.
Desde Capital Economics, Michael Pierce, calcula que gracias a la rebaja de impuestos aprobada el pasado 22 de diciembre, el PIB avanzará un 2,9% este año, pero a medida que el estímulo se desvanezca y las tasas de interés siguan subiendo, el crecimiento debería reducirse a 2% en 2019 y tocar el 1,3% en 2020. "En este escenario, esperamos que los tipos toquen techo por debajo del 3% a mediados de 2019, y la Fed se vea obligada a recortarlos por primera vez en 2020", avisa.
En general, el deseo de buena parte de los funcionarios de la Fed de continuar con aumentos graduales de tasas pero al mismo tiempo reconociendo que los tipos se acercan a lo que podría considerarse un nivel neutro, hace pensar que veremos subidas el próximo 26 de septiembre y posteriormente el 19 de diciembre.
"Continuamos considerando que es poco probable que los funcionarios de la Fed voten a favor de una política que invierta significativamente la curva", estima Andrew Hollenhorst, economista de Citi. Según su punto de vista, una vez que las tasas de política alcancen el mismo nivel que las tasas de largo plazo, centristas como el propio presidente de la Fed interpretarán esto como una de las señales que indican que una "pausa" en el encarecimiento del dinero sería apropiada.
"Dado que nuestro pronóstico de crecimiento económico se moderará en la segunda mitad de 2019, el siguiente movimiento después de la pausa puede ser un recorte de tipos en lugar de un alza", reconoce Hollenhorst.
Los estrategas de Nomura avisaban en un informe que el mercado "ya se huele" la posibilidad de una pausa el próximo año, coincidiendo con la idea de que dos alzas más de este año llevaría los tipos hasta un nivel neutral. Según justifican, la probabilidad de un incremento de 25 puntos básicos en marzo de 2019 es en estos momentos de alrededor del 50%, lejos del 63,5% registrada hace un mes.
Los expertos de Wells Fargo Securities estiman que el margen de tiempo entre la inversión de la curva y el comienzo de una recesión económica puede oscilar entre 8 y 23 meses, por lo que una posible contracción económica podría coincidir, o no, con las próximas elecciones presidenciales. De ahí, el inicio de un ciclo bajista por parte de la Fed pueda tener sentido a partir de 2020.