
Lejos de espantar los miedos de una sociedad atenazada por los desvaríos de la economía, Venezuela amaneció ayer sumida en la incertidumbre por la medida del Gobierno de Nicolás Maduro de transformar la moneda local retirándole cinco ceros a su valor.
Aún está por ver el impacto que tendrá la medida en la actividad comercial del país, si bien es cierto que la mayor parte de los comercios permanecieron ayer cerrados en pleno shock por la modificación. Entre los motivos, están además el hecho de que el presidente Maduro declarase este pasado lunes día festivo a modo de periodo de gracia para la adaptación de los comercios y del propio sistema bancario.
Sin embargo, la incertidumbre no parece haber remitido de cara a las próximas horas: "Esto se salió de control. Los precios están por las nubes. Me preocupa mucho lo que veremos desde ahora. No nos da tiempo de adaptarnos. Lo que angustia es pensar qué comeremos, a este ritmo, la verdad no lo sé", explicaba un ciudadano a Reuters.
Concretamente, los bancos privados y públicos del país echaron el cierre desde la noche del domingo, momento en el que comenzó el apagón financiero, y hasta ayer por la mañana no comenzaron a funcionar, de manera descompasada.
Cabe recordar que la medida de retirar cinco ceros a la moneda local se encuadra en el plan del Gobierno de "recuperación y expansión económica" con el que planea estabilizar a la región, y entre otras cuestiones, revertir la inflación desbocada que asola el país que según el FMI cerrará el año en el 1.000.000%.
Consecuencia directa de esta tendencia en la economía es el hecho de que, según la ONU, cerca de 2,3 millones de venezolanos hayan huido de la precariedad del país hacia sus vecinos latinoamericanos, provocando una crisis humanitaria en regiones como Colombia, que ya ha concedidos permisos de estancia temporal a más de 800.000 venezolanos.
Un grupo de países latinoamericanos tiene intención de denunciar a Maduro ante el Tribunal Penal Internacional
En el orden de acontecimientos, lo último que se supo ayer es la intención de un grupo de países latinoamericanos de denunciar a Nicolás Maduro ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de lesa humanidad.
Fue el presidente de argentina, Mauricio Macri, quien confirmó la noticia en una entrevista para la CNN que es "cierto" el extremo de la información, y apuntó a países como Chile, Colombia y Paraguay en el grupo de las naciones decididas a llevar al máximo mandatario venezolano ante la corte.
Sin embargo, esta propuesta conjunta ya se venía fraguando en el seno de algunos Gobiernos de la región, toda vez que desde el pasado 8 de febrero la fiscal jefe del TPI, Fatau Bensouda, anunciase diligencias preliminares para esclarecer presuntos crímenes cometidos por Venezuela tanto por las fuerzas regulares como por los grupos de manifestantes desde abril de 2017, en el marco de las protestas contra el Gobierno de Maduro.
El presidente argentino asegura que en el país "se violan sistemáticamente los Derechos Humanos" por lo que es necesario revertir esta situación lo antes posible.