Economía

Andalucía, Valencia y las islas tiran de la contratación en el inicio de verano

  • Leve reducción de las diferencias entre las autonomías 'pobres' y 'ricas'
Playa en Valencia. Imagen: Reuters.

La última entrega del Ecobarómetro, correspondiente al segundo trimestre del año, arroja un ligero fortalecimiento de la economía española pese a que en los últimos tiempos hay señales -exportación y turismo, por ejemplo- que invitan a pensar en una leve desaceleración.

En términos globales, el índice elaborado por Informa D&B y elEconomista muestra una ligera mejoría, situándose en los 50,01 puntos por los 49,85 registrados en el primer trimestre del año, y que se traduce en un avance de 0,16 puntos. Ese reforzamiento tiene que ver, según el Ecobarómetro, con la creación de empleo, la capacidad de pago y la creación de empresas en cada una de las comunidades autónomas.

En este sentido, si bien es cierto que todas las regiones experimentan mejoras de su resiliencia en el periodo observado, este dinamismo ha sido heterogéneo entre ellas. De hecho, uno de los detalles que llama la atención es que las autonomías con mayor peso en el PIB del país han sido las que menos han avanzado, situándose por debajo de la media (0,16). Éste es el caso de la Comunidad de Madrid, que se instala en los 51,94 puntos, lo que supone una exigua mejora de 0,09 puntos, al igual que Cataluña, que con una anotación de 52,53 puntos y un incremento de 0,10 también tiene un desempeño por debajo de la media nacional. Lo mismo ocurre con el País Vasco y la Comunidad Valenciana, que reciben un 51,24 y 47,72, respectivamente con incrementos de 0,11 y 0,14 puntos en el segundo trimestre.

En este sentido, han sido otras regiones con menor influencia las que más han contribuido al aumento de la fortaleza global de la economía entre abril y junio, como es el caso de Ceuta, que lidera el avance autonómico con una puntuación de 50,84 y una variación positiva de 0,88, aunque con menor relevancia en el conjunto de la economía que la segunda región más dinámica en este periodo: Canarias, con la misma puntuación de 50,84 y un avance de 0,29. A ella le sigue Andalucía con 48,46 puntos y un incremento de 0,27, además de Castilla-La Mancha, que avanza 0,26 hasta los 47,39 puntos y Baleares otros 0,23 puntos para situarse en 48,74. Todas ellas obtuvieron variaciones del índice por encima de la media del país y son las principales responsables del desempeño global positivo.

El acicate del verano

En este punto parece evidente el acicate que ha supuesto la entrada del verano en el desarrollo de las regiones, y más concretamente en aquellas que tienen un marcado carácter turístico en su actividad. Así, parece asumible que las regiones donde más avanzó la contratación de las empresas registradas sean en el segundo trimestre Melilla y las islas Canarias, en ambos casos a un 15 por ciento, seguido de Baleares y Andalucía, donde avanza al 14 por ciento.

En el quinto y sexto lugar se siguen encontrando destinos turísticos de sol y playa como la Comunidad Valenciana y Murcia, donde el ritmo de contratación de las empresas que allí radican fue del 13 y el 11 por ciento, respectivamente, evidenciando la influencia de la estacionalidad estival, como señala el director de desarrollo corporativo y relaciones internacionales de Informa D&B, Juan Antonio Teijelo.

En este sentido, los autores del estudio elaborado por Informa D&B ponen el foco en que estas dinámicas han permitido reducir la distancia existente en el índice entre las regiones más ricas y las más pobres (Navarra y Castilla-La Mancha son los extremos) que contaban en el primer trimestre del año una distancia de 6,69 puntos por los 6,47 que registra actualmente.

Todo ello, en lo que se entiende como un alto nivel de resiliencia de la economía española en un contexto de altibajos que aventuran una desaceleración, como la peor respuesta del sector exterior con unas exportaciones que en marzo cayeron el 2 por ciento y un PIB que creció el 0,6 por ciento en el segundo trimestre por el 0,7. De hecho, tanto la tendencia del Ecobarómetro -con fortalecimientos cada vez menos potentes- como las previsiones lanzadas desde diferentes organismos internacionales aventuran un menor ritmo de crecimiento para este año y en 2019 a tenor del debilitamiento de los principales impulsores de la actividad años atrás: una caída del comercio ligado a mayores niveles de inflación con una merma de la demanda interna y peores condiciones de financiación por la retirada de estímulos del Banco Central Europeo.

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