El presidente Pedro Sánchez ha dejado este viernes abierta la puerta a la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria que obliga a que la senda fiscal que precede a la aprobación de las Cuentas Públicas tenga el respaldo del Congreso y la autorización final del Senado. En su opinión, resulta "impropio" que la Cámara Alta vete lo que ha dado por bueno con mayoría la Cámara Baja. Y en ese sentido, pero sin detallar qué pasos seguirá si los populares le tumban en el Senado cualquier propuesta de senda fiscal, dijo ser "contrario" a esta parte de la ley. "Fue una modificación que hizo el Gobierno del PP con mayoría absoluta, y si tengo que manifestar mi opinión, ésta es contraria", admitió tras el Consejo de Ministros en su primera comparecencia ante la prensa después de dos meses en Moncloa.
Sánchez no parece dispuesto a dimitir en el caso de no lograr el visto bueno a los Presupuestos Generales de 2019, y no se arruga por tener que acudir al Congreso cuantas veces sea necesario. El viernes lo expresó en términos deportivos: "no he venido a aguantar, si no a avanzar y a transformar, y en esta negociación he venido con el ánimo de jugar el partido y de proponer el saneamiento de las cuentas públicas", advirtió a sus adversarios.
De hecho, espera contar en septiembre con el respaldo parlamentario suficiente cuando presente exactamente la misma senda de estabilidad que acaba de ser rechazada en el mes de julio. Insiste Sánchez en que no le importa que las votaciones en el Congreso y en el Senado "sean fáciles, si no útiles". Y piensa que Pablo Casado, líder de la oposición, no le apoyará en el techo de gasto por una cuestión meramente partidista, porque, señaló el presidente del Gobierno, lo está utilizando como una cuestión ideológica, ya que lo que quiere el político popular "es un estado de bienestar más pequeño y raquítico".
Pronostica que 2018 terminará con un crecimiento del 2,7% y 455.000 nuevos puestos de trabajo
Adoptando casi el mismo discurso económico de su antecesor en el Ejecutivo, incluso los logros del expresiente Rajoy, ponderó Sánchez una agenda centrada en la consolidación del crecimiento económico y del empleo, pronosticando que el ejercicio de 2018 concluirá con un crecimiento "vigoroso" del 2,7% y una creación de empleo de 455.000 nuevos puestos de trabajo a final de año.
En el balance del curso político, Sánchez destacó el incremento de la inversión privada en un 5%, logrando los 130.000 millones de euros, o, el aumento de las exportaciones en un 3,5%, aportando más competitividad a la economía española. Se refirió el presiente también a la prima de riesgo, que en dos meses se ha instalado 100 puntos por debajo de la media, matizó el presidente.
Pedro Sánchez abordó en rueda de prensa las dos sendas de su política: la económica y la social, confiado en sacar las cuentas a partir del mes de septiembre. Porque, mantuvo en su argumentario, "creemos que un crecimiento no llegue a las clases medias, no es útil".
Blindar el estado de bienestar será la pata social de su agenda del cambio, afirmando que ha sido su Gobierno, y no otro, el que ha garantizado el pago de las pensiones y la revalorización del 1,6%, así como el aumento de las prestacione de viudedad, lo que según Sánchez, ha sido posible en solo dos meses, cuando el Partido Socialista desembarcó en el Gobierno.
"Va a haber muchos aspectos de mejora y de recuperación de derechos laborales"
Sobre la derogación de la reforma laboral, Sánchez volvió a reiterar que no hay un mayoría parlamentaria que quiera derogar en su totalidad la citada reforma. Indico, eso sí, que el Parlamento ya está debatiendo sobre la subcontratación y hay un mandato de los agentes sociales para hablar de la ultraactividad, de la negociación colectiva a nivel sectorial o de la igualdad laboral y salarial. "Va a haber muchos aspectos de mejora y de recuperación de derechos laborales", señaló.
El jefe del Ejecutivo también aludió a la posibilidad de contar con un nuevo modelo de financiación autonómica, pero afirma ahora, que, ante la cercanía de las elecciones autonómicas y municipales, en la primavera del año que viene, va a ser "complicado" alcanzar un acuerdo porque los gobiernos autonómicos van a estar en una "dinámica electoral". A pesar de ello, dijo que el Gobierno va a mejorar "muchos de los aspectos" de la financiación autonómica y aunque no se pueda llegar a una renovación total del modelo actual, ha afirmado que el Ejecutivo "no se va a quedar parado".
El líder del Ejecutivo declaró que la "prioridad" en materia laboral es luchar contra la parcialidad y por la dignidad en el trabajo, contra la explotación laboral y la precariedad, para lo que se ha aprobado el Plan Director por el Trabajo Digno.
Sánchez recordó que el Ejecutivo ha cumplido su compromiso de subida salarial, haciendo hincapié en que el pasado viernes aprobó la mayor oferta de empleo público de la última década, con un total de 30.844 plazas públicas, un plan que ya iba incluido en los últimos Presupuestos de Mariano Rajoy.