
Distrito Castellana Norte (DCN), los promotores de la conocida antiguamente como Operación Chamartín, ven cada vez más cerca la puesta en marcha del que será el mayor desarrollo urbanístico de Madrid, al lograr el consenso de todas las partes implicadas. "Se trata de una zona degradada, esto es una realidad, y actualmente los principales partidos políticos han tomado conciencia de lo que este proyecto supone para la ciudad y de que se trata de una necesidad social, por lo que no tiene sentido ponerse en contra". Así de rotundo se mostró este martes Antonio Béjar, presidente de DCN, que espera que la aprobación definitiva del plan llegue en el primer trimestre de 2019, tras conseguir el visto bueno de la Comunidad, que ha emitido el documento de alcance ambiental necesario para que el proyecto siga adelante.
El nuevo proyecto, rebautizado como Madrid Nuevo Norte, supone un recorte de la edificabilidad del 21%, que ha impactado principalmente en DCN. "Somos el único propietario que pierde metros, el resto gana", apuntó Béjar. Sin embargo, para que esto no dañe la rentabilidad del proyecto "hemos redefinido y reestructurado la operación de forma que compensamos, parcialmente la pérdida de metros, que es muy intensa, con una distinta tipología de edificios". Así, los promotores afrontan el recorte en vivienda con un mayor desarrollo de edificios de oficinas "que se supone que con más rentables". Además, el Ayuntamiento "decidió hacerse cargo de las obras de los nudos de la M30 y la M40 y eso también ha facilitado las cosas", explicó el directivo, que apuntó que de las 328 hectáreas totales, solo el 24% es suelo lucrativo, frente al 40% del planteamiento anterior.
En cuanto a los plazos, Béjar cree que en el mejor de los escenarios, si todo sale como se espera, podrían iniciarse las obras de urbanización en 2020 y empezar a entregar viviendas a partir de 2022. Si bien, ha apuntado que los plazos no dependen de ellos. "Todavía hay un camino largo. Una vez logramos la aprobación definitiva, prevista para el primer trimestre de 2019, acabará el planeamiento y se iniciará el proceso de reparcelación. Hay que tener en cuenta que hablamos de 365 edificios de nueva construcción, por lo que es un proceso complejo", señaló Béjar, que dejó claro que "no va a hacer ningún ámbito postergado. Tenemos que desarrollar hasta el último metro y se dará prioridad a aquellas obras que supongan mejoras para la comunicación y para la vida de la gente de los alrededores del ámbito".
El presidente de DCN reconoció que "permanentemente se acercan a nosotros gente de todo tipo interesados en el proyecto". Así, se refirió no solo a empresas, también a inversores, posibles inquilinos o interesados en espacios dotacionales privados. Si bien, "preferimos no entrar en esa fase de conversaciones hasta que no esté aprobado el planeamiento, no sería algo serio", concluyó Béjar.