Economía

El ministro crítico de Merkel crea su propia policía fronteriza en Baviera

  • Seehofer desafía de nuevo a la canciller al obviar el acuerdo migratorio
El ministro de Interior alemán, Horst Seehofer. Reuters.
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No contento con el acuerdo migratorio alcanzado por la Gran Coalición, el ministro del Interior y jefe de los conservadores bávaros, Horst Seehofer, pondrá en marcha en Baviera un cuerpo policial destinado a controlar los pasos fronterizos.

Así lo aprobó el Parlamento regional de este estado federado en el sur de Alemania. Noventa legisladores dieron su visto bueno a una legislación que prevé una policía de frontera estatal, mientras que 62 votaron contra la medida, que la Unión Socialcristiana (CSU), aliada de la CDU de la canciller Angela Merkel y que gobierna Baviera, describió como esencial para garantizar la seguridad.

Por otro lado, los socialdemócratas del SPD, los Verdes y los Votantes Libres de Baviera, todos en la oposición, definieron la medida como populista, en vista de las elecciones que se celebrarán el próximo otoño en este estado. La CSU cuenta actualmente con la mayoría en el Parlamento estatal, pero las encuestas señalan que podría perder apoyos en las próximas elecciones. Los poderes con que contará esta fuerza se establecerán tras un acuerdo entre el estado de Baviera y el Gobierno federal en Berlín.

Bajo la ley alemana, la policía federal es la encargada de la protección de la frontera. No obstante, y hasta el año 1998, Baviera contó con su propia policía fronteriza, que también era la responsable de los controles directamente en la frontera.

Para la nueva policía fronteriza se prevé una partida de 14 millones de euros de presupuesto. Con este plan, Seehofer quiere complementar su controvertido "plan maestro" para ordenar, gestionar y limitar la inmigración sin tener en cuenta los puntos acordados con el Partido Socialdemócrata hace unas semanas.

Austria podría tomar represalias si Alemania empieza a cerrarse a quienes llegan a la UE

Un plan que vuelve a poner en jaque al Gobierno de Merkel y remueve los cimientos no solo del frágil Ejecutivo alemán, sino también del partido conservador, y que incluye un paquete de medidas que contempla, entre otras cosas, la posibilidad de cerrar la puerta a los solicitantes de asilo que hayan hecho la petición en otro país de la Unión Europea (UE) o establecer un nuevo régimen fronterizo con Austria.

La medida llega casi al mismo tiempo que el acuerdo pactado por Alemania, Italia y Austria para cooperar intensamente y reducir "en lo posible a cero" la inmigración ilegal a la UE. Los controles fronterizos se han reforzado en los últimos días. Se trata de una medida temporal, pero si se cumple el acuerdo, los controles podrían aumentar en los próximos meses, lo que provocaría una ruptura del acuerdo de Schengen.

Para Seehofer, "la cuestión de quién recibe asilo en Europa" no deben decidirla los traficantes de personas, sino "los gobiernos elegidos democráticamente".

En Baviera, el estado al que durante la crisis migratoria de 2015 llegó la mayoría del casi millón de refugiados que entró en el país, se registró en las pasadas elecciones generales de septiembre un meteórico ascenso del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), muy crítico con la migración.

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