Economía

El Ejecutivo descarta un frenazo en el turismo y prevé otro verano de récord

  • La ministra augura que el gasto del visitante extranjero crecerá el 4,1%
Madrid / Barcelonaicon-related

El Gobierno tiene excelentes expectativas para el verano en el sector turístico. Según sus previsiones, a lo largo de estos meses visitarán España nada menos que 30,4 millones de extranjeros, un 2,3% más que en el mismo periodo de 2017 y un nuevo récord histórico.

Así lo avanzó ayer la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien además aseguró que el gasto de los turistas internacionales en nuestro país se incrementará durante esta temporada un 4,1%, pudiendo superar los 34.000 millones de euros.

Unas cifras que, de cumplirse, remontarían el frenazo que experimentó el sector en los primeros meses del año. Según datos del INE, tanto la llegada de visitantes internacionales como su desembolso en España crecieron hasta mayo, pero lo hicieron a razón de 10 puntos menos cada variable en términos interanuales, debido, en gran medida, a la recuperación de los destinos competidores del Mediterráneo, como Turquía, Egipto o Túnez.

En junio, sin embargo, ya se notó el tirón del sector en la creación de empleo en hostelería y comercio. Pero será, como cada año, un impulso temporal al mercado laboral, que incrementa las contrataciones en época estival para cubrir el incremento de la demanda, con fecha de caducidad. En este sentido, la ministra avanzó ayer que el Ejecutivo se ha marcado como prioridad combatir la explotación en el sector turístico, en el marco del futuro plan contra la precariedad en el Empleo.

Respecto a la regulación de las viviendas turísticas, Maroto se limitó a afirmar que el Gobierno quiere escuchar a las comunidades autónomas antes de tomar decisiones, conversaciones que se producirán durante la conferencia sectorial del próximo 18 de julio.

Sí, adelantó que los socialistas activarán una estrategia en política turística basada en el concepto de "sostenibilidad" en una triple vertiente: económica, medioambiental y territorial. El objetivo: lograr un turismo de calidad, que mejore el entorno y reequilibre la distribución de la riqueza entre territorios.

No ofreció previsiones regionales, pero el Gremio de Hoteles de Barcelona contradijo su optimismo al afirmar que la ocupación en la ciudad se situará en un 80% en julio y agosto, cinco puntos menos que en 2017. La patronal atribuyó el descenso a la resaca por el procés, al fomento de la turismofobia por parte del Ayuntamiento de la capital catalana y a la proliferación de apartamentos ilegales. En el primer semestre la facturación hotelera se redujo un 7,2% y la ocupación, un 3%.

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