Economía

El lastre de la corrupción le cuesta a Italia 100.000 millones en 10 años

  • Las tramas ilegales lastran la inversión extranjera un 16%, según un informe
El presidente de la Autoridad Nacional Anticorrupción de Italia, Raffaele Cantone. Alamy.
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Cuando hace 10 días le preguntaron a Giuseppe Conte si existía en Italia un "caso Roma", relacionado con la reciente trama de corrupción que ha salpicado a todos los partidos políticos transalpinos, incluyendo al Movimiento 5 Estrellas (M5S) y a la Liga, el primer ministro admitió: "Existe en Italia un problema de corrupción al que debemos prestar atención".

De hecho, un estudio de Unimpresa confirma que la corrupción en Italia es una cuestión nacional: según esta asociación de pymes, la plaga del soborno ha costado al país unos 100.000 millones durante los últimos 10 años. Es la misma cifra que serviría par cumplir con el ambicioso plan del Ejecutivo populista italiano, basado en recortes de impuestos y subsidios para las familias más pobres.

Los analistas de Unimpresa indican que un empeoramiento de un punto en el Índice de Percepción de la Corrupción supone una caída anual del 0,39% del PIB y del 0,41% en la renta per capita, haciendo bajar la productividad con respeto al PIB un 4%. Italia, durante la década 2001-2011 redujo su puntuación en este indicador de 5,5 a 3,9: eso conlleva una pérdida de riqueza, para cada año, de 10.000 millones de euros en términos de PIB y de 170 euros en términos de renta per capita; además, supone una caída del 6% de la productividad.

Las empresas crecen un 25% menos en un entorno corrupto que en uno legal

El estudio detalla así los efectos negativos sobre una economía plagada de sobornos: la corrupción hace bajar las inversiones extranjeras un 16%, mientras el coste de las contratas sube un 20%. Las empresas que operan en un entorno corrupto crecen un 25% menos que las competidoras que gozan de un mercado transparente y legal.

"Las investigaciones hacen urgente una intervención por parte del Gobierno y del Parlamento para reducir el coste de la ilegalidad que pasa factura a las empresas italianas", advierte la presidenta de la asociación, Giovanna Ferrara.

Lástima que en Italia no haya acuerdo entre Gobierno y autoridades independientes sobre la lucha anticorrupción. Raffaele Cantone, presidente de la Autoridad Nacional Anticorrupción (ANAC), indicó que el problema de la contratación pública sigue sin resolverse. Cantone pide no cambiar, sino reforzar, haciendo efectivas las medidas que aún tienen que aprobarse, el flamante Código de la contratación pública. "Relanzar el sistema de obras públicas requiere reglas no solo simples y comprensibles, sino también estables", añadió, subrayando con una indirecta a Matteo Salvini: "Recientemente algunos han pedido la supresión del Código sin que sus partes más eficaces hayan todavía entrado en vigor".

El ministro de Interior y líder de la derechista Liga denuncia por su parte que "el Código está dando problemas. Cantone es muy bueno pero no se puede mover ni un cenicero sin la autorización de ANAC". "Nosotros no haremos nuevas leyes, quitaremos leyes, nuestra consigna es simplificar. El Código complica las cosas", añadió Salvini.

La Fiscalía de Roma envía a prisión al 'rey del ladrillo' y a otros 8 políticos y empresarios

Las declaraciones del líder derechista llegaron después de que la Fiscalía de Roma enviara a prisión preventiva al "rey del ladrillo", Luca Parnasi, junto a otros 8 empresarios y políticos de la capital transalpina. La detención más llamativa fue la de Luca Lanzalone, asesor del M5S que hace un año le nombró presidente de la principal participada del Ayuntamiento de Roma, la eléctrica ACEA. Sin embargo, Parnasi, que intentó salvar con los sobornos a su imperio del ladrillo, tenía también una estrecha relación con Salvini y contribuyó a financiar la emisora de la Liga, Radio Padana con un cheque de 250.000 euros.

"Me gastaré un dinero en las elecciones. Luego (…) veremos como dárselos oficialmente a los partidos. (…) Es una inversión que tenemos que hacer", declaró Parnasi, según las escuchas telefónicas realizadas por la Fiscalía de Roma.

Las palabras del constructor hacer revivir en Italia el gigantesco escándalo de corrupción conocido como Tangentopoli. En 1992 las investigaciones de la Fiscalía de Milán llevaron en pocos meses a destapar una trama que involucraba a todos los principales partidos políticos, que utilizaban los sobornos como forma de financiación.

El escándalo derrumbó fuerzas históricas como la Democracia Cristiana o el Partido Socialista, que dejaron de existir después de haber protagonizado la política transalpina durante décadas. Pero después de 26 años sus sucesores -incluso los movimientos nacidos específicamente para luchar contra la corrupción, como el M5S- no parecen haber perdido el vicio del soborno.

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