
El ministro de Interior de extrema derecha de Italia, Matteo Salvini, ha desafiado a los líderes europeos en la antesala de la minicumbre sobre inmigración de la Unión Europea cuestionando su supervivencia en el plazo de un año.
"Veremos si dentro de un año existe todavía una Unión Europea unida o no", ha dicho Salvini en declaraciones al alemán Der Spiegel, aludiendo a las negociaciones presupuestarias de la Unión Europea y a las elecciones del próximo año.
A principios de este mes, Salvini prohibió al Aquarius, que transportaba a unos 630 inmigrantes, atracar en Italia, provocando una crisis en Bruselas.
El nuevo gobierno italiano acusa a otros miembros de la Unión Europea de abandonar Italia en la crisis de refugiados. "No podemos aceptar a una persona más", ha declarado. Además, ha anunciado que habrá expulsiones del país.
Salvini, preguntado por si su postura podría ayudar a la caída de Merkel, que se encuentra en una posición de debilidad con su socio de partido CSU pidiendo el cierre de fronteras, ha contestado que no es su intención, pero admitió una creciente distancia entre Roma y Berlín por más temas que la inmigración. El ministro de Interior ataca a Merkel por el desarrollo de la Unión Bancaria y el enorme superávit comercial de Alemania.
El italiano también ha embestido a Francia. La pasada semana tuvo un importante cruce de declaraciones con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, por la crisis del Aquarius. "Francia debería dejar de darnos lecciones" en alusión con el borrador de medidas pactadas con Alemania en materia de inmigración.