Economía

Alicia Adserà: "La mejor política de natalidad en Occidente es tener bajo desempleo y trabajo estable"

Alicia Adserà, profesora en Princeston.

La investigadora Alicia Adserà cuenta entre sus especialidades con el análisis de la relación entre la demografía y la economía, con estudios en Estados Unidos y Europa. Es profesora de la Universidad de Princeton especialista en demografía.

Hablamos con ella en elEconomista con el debate sobre el futuro del sistema de pensiones candente en España.

¿Qué factores condicionan actualmente la natalidad en Occidente?

Primero hay que querer tener hijos y luego poderlos tener, pero el número dos se ha vuelto el número mágico porque es el que permite mantener la población si no hay inmigración. El problema actual es que la gente en Europa tiene menos hijos de los que desearía por las crisis económicas. El paro de largo plazo y los contratos temporales inestables no permiten un horizonte claro, y tener un hijo es una inversión a largo plazo. Además, al posponer la edad del primer hijo, tienes menos años fértiles y la capacidad de concebir baja bastante rápido a partir de los 35 años, cosa que la gente creo que no había pensado.

¿Qué se puede hacer para eliminar frenos?

Lo más importante es que haya un paro reducido. Algunos países, como Suecia y Francia, lo intentaron incorporando a la mujer en el sector público, pero solo es sostenible si tienes un país muy productivo en el sector privado. Aquí te pones a hacer eso y hundes el país. Los que dicen que van a bajar impuestos a lo bestia no sé cómo lo harán porque las pensiones están a punto de quebrar. Además, en España la regulación del tiempo parcial venía del franquismo, pensando en proteger al hombre, pero penalizaba la dedicación parcial de la mujer con costes salariales para el empresario mucho más altos que contratar a tiempo completo. La mejor política es tener bajo desempleo, que la gente tenga la esperanza de que la economía funciona. Se han probado muchas cosas, pero donde hay trabajo relativamente estable hay natalidad.

España bajó mucho la natalidad a partir de los años 70, con la entrada de la contracepción. Todo lo que está pasando es por factores como que asumimos que podemos regular la descendencia, pasamos más años estudiando y no hay trabajo de calidad. También influyen aspectos como el horario escolar. Si no haces que el horario laboral y escolar vayan a la par y no facilitas el empleo parcial, la mujer con hijos tiene más dificultad para trabajar.

El envejecimiento de la población es un problema para las pensiones...

Sin más natalidad es difícil sostener los modelos de pensiones públicos en que quienes trabajan ahora pagan a quienes están jubilados. Ahora, la pirámide de población española es un rombo y la esperanza de vida es una de las más altas del mundo. Alguna gente dice que dependerá de la productividad de los trabajadores, que puede aminorar un poco el problema, pero no habrá más remedio que alargar la vida laboral, bajar la pensión pública y fomentar suplementos privados. Cuando se creó el sistema actual, la situación era diferente: la esperanza de vida después del retiro era menor, y la base contributiva era mucho más grande. Si no quieres romper este contrato, debes abrir la puerta a la inmigración, pero no es una solución a largo plazo, porque la fertilidad de los inmigrantes se adapta muy rápido al territorio de destino, por lo que debería seguir el flujo entrante.

¿Qué otros perjuicios económicos conlleva el envejecimiento de un país?

Supone un aumento per cápita del gasto médico muy grande y plantea un problema de ética, sobre si hay que poner límites de edad a algunos tratamientos para racionar los recursos. También implica necesidades de cuidado de la gente mayor durante muchos años, que se ha asumido con mucha inmigración que cuida de los mayores para la generación sándwich, que se encuentra teniendo que atender a la vez a los padres y a los hijos.

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