
El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó ayer a Washington, donde comenzó una visita de Estado de 72 horas, donde abordará una amplia gama de temas con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Su sintonía con el mandatario republicano también sentará la base de la visita que el viernes realizará la canciller alemana, Angela Merkel, a la Casa Blanca, quien recalcará, como hará Macron, la necesidad de mantener el tratado nuclear con Irán y dejar exenta a Europa de los aranceles a las importaciones sobre el acero y el aluminio.
Macron ya adelantó a Fox News que intentará apelar al lado práctico de Trump y argumentará que una exención permanente para Francia y el resto de 27 miembros de la UE será rentable para la administración estadounidense. "Le preguntaré por sus prioridades, es demasiado complicado entrar en guerra comercial con China, Europa, una guerra en Siria, otra con Irán... EEUU necesita aliados y nosotros somos su aliado", señaló.
La UE está exenta de los gravámenes del 25 y el 10% a las importaciones de acero y aluminio impuestas por EEUU hasta el 1 de mayo, cuando el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, tendrá que anunciar si ha logrado o no un acuerdo permanente con el bloque europeo.
La UE representó más de una quinta parte de las importaciones totales de acero que recibió EEUU el año pasado. Francia contabilizó cerca de 450 millones de dólares mientras Alemania alrededor de 1.830 millones de dólares. En este sentido, la buena sintonía que Macron tiene con Trump puede servir de preámbulo para destensar las relaciones entre Trump y Merkel.
El trabajo en equipo de Macron y Merkel no sólo se observará en materia comercial sino también en lo que se refiere al acuerdo nuclear con Irán. Las negociaciones están en curso en el grupo 3 (Alemania, Francia, Gran Bretaña y EEUU) para llegar a un acuerdo que satisfaga las demandas que hizo Trump en su ultimátum del pasado 12 de enero.
Macron ya adelantó que no tiene un "plan B" y que EEUU debería permanecer en el mismo. Sin embargo, Trump decidirá antes del 12 de mayo si restaura las sanciones económicas sobre Irán, lo que representaría un duro golpe para el pacto.