
Por fin. Puede que 2017 sea el primer año desde 1999 en el que todos los países de la Eurozona han cumplido con el criterio de déficit acordado en el Tratado de Maastricht. Sin embargo, algunos (entre ellos España) han alcanzado esta meta gracias a factores externos más que por los ajustes fiscales.
El ciclo de crecimiento económico se ha ido intensificando en los últimos años y probablemente haya llegado a la cresta de la ola. Mientras, parece difícil que los tipos de interés puedan bajar más. Estos dos vientos de cola han creado una especie de espejismo respecto al ratio de déficit público sobre el PIB ayudando a los países a cumplir con los criterios. El déficit público de todos los países de la Eurozona podría haber cerrado en 2017 en el 1% del PIB, su nivel más bajo en 10 años.
Como señalan los economistas de Commerzbank en una nota publicada este jueves, todos los países que comparten el euro podrían haber cumplido con el objetivo de déficit (3% sobre el PIB o menos) si se confirma por Eurostat que el descuadre de las finanzas públicas de España ha caído hasta el 3%.
Congelación más que consolidación
"Este alentador logro no es el resultado de una consolidación fiscal exhaustiva; se debe principalmente a la fuerza de la actividad económica y los bajísimos tipos de interés", destacan los expertos.
"Si estos factores quedasen fuera del cálculo, los déficits presupuestarios en la zona euro sólo hubieran mejorado de forma notable entre 2011 y 2013. Además, la consolidación de esos años se debió principalmente al fin de los programas de estímulo puestos en marcha ante la fuerte caída de la actividad con la crisis", comentan desde Commerzbank.
Alemania tampoco ha recortado
El banco alemán pone de ejemplo el caso de las finanzas españolas, pero también las de Alemania, "donde los paquetes de estímulo elevaron el déficit público hasta el 4,2% en 2010, pero la posterior recuperación económica y el fin de estos programas han hecho desaparecer el déficit. Es más, el superávit fiscal actual se debe únicamente al boom económico y a la continua caída de los tipos de interés", destacan desde Commerzbank.
Los economistas del banco germano aseguran que sin la presencia del fuerte crecimiento económico y con unos tipos de interés constantes, el déficit público no hubiera variado en Alemania desde 2012.
En el caso de los países del sur de Europa la situación es aún peor: "Por ejemplo, el presupuesto ajustado (descontando crecimiento y sus implicaciones recaudatorias y los bajos tipos de interés) de Italia y España se hubieran deteriorado de nuevo en los últimos años, y viendo la situación política en ambos países parece que esta situación podría continuar".

"En España, el actual gobierno en minoría no tiene poder para fortalecer y consolidar sus finanzas públicas. Existe el riesgo de que partidos minoritarios regionales den su apoyo a los presupuestos a cambio de mayores concesiones a dichas regiones", comentan estos economistas.
Por todo esto señalado anteriormente, "los inversores deberían ser conscientes de que las figuras que muestran las finanzas públicas de muchos países parecen favorables en principio".
Pero "una recesión, una nueva crisis financiera o simplemente unos tipos de interés superiores podrían hacer que el estado actual de las finanzas públicas, con sus altos niveles de endeudamiento y niveles de deuda que apenas caen, salieran a relucir elevando las primas de riesgo, especialmente dado que algunos inversores inicialmente no estarán seguros de que el BCE volviese a activar las compras".