
El ingente volumen de deuda pública amenaza con convertirse en el desequilibrio macroeconómico más grave para España, por encima incluso del elevado desempleo, que al menos se reduce con cierta intensidad en los últimos años. Así lo pone de relieve la Comisión Europea en el reciente informe de invierno sobre nuestra economía, y en el que advierte de que el nivel de pasivo seguirá en el 95% incluso dentro de una década. Ese nivel, que augura seguir por encima del billón largo de deuda en los próximos años, supondrá "riesgos de sostenibilidad" a medio plazo, especialmente si, como parece, comienzan a subir los tipos de interés.
Cabe recordar en este punto que España se está financiando en los mercados a unos costes nunca vistos. Las subastas de letras se saldan, en todos los plazos, con tipos negativos -es decir, cobrando por ellos a los inversores-, y lo mismo sucede ocasionalmente con los bonos a tres años. A diez años, la financiación llega a intereses siempre inferiores al 2%, un umbral impensable hace solo un lustro.
Todo ello permite al Gobierno mantener estable la partida presupuestaria para abonar intereses en torno a los 30.000 millones anuales. Sin embargo, con una ratio de deuda sobre PIB cercana al cien por cien, el coste sería mucho mayor si, como señala la Comisión en el informe, el tipo en el bono a 10 años fuera del 3% (y por ende, subiera el coste de las emisiones de letras, obligaciones y bonos).
Bruselas también advierte en el informe de que pese al ahorro a medio y largo plazo que generarán las reformas de pensiones de los años 2011 y 2013, España afrontará un incremento de gasto seguro por el envejecimiento de la población y las necesidades sanitarias de este fenómeno demográfico.
Los problemas se mantienen
Por lo pronto, los últimos datos conocidos demuestran los problemas del Gobierno a la hora de contener el volumen de deuda. Este viernes se supo que, en enero, ésta se incrementó en 1.184 millones y se situó en 1,145 billones, su nivel más alto en la historia. El Ministerio de Economía, de hecho, tuvo que reconocer que al término de 2017 el pasivo alcanzó el 98,3% del PIB, dos décimas por encima del 98,1% comprometido con la UE. El departamento que ahora dirige Román Escolano, en cualquier caso, prefirió incidir en que el avance del pasivo fue del 3,01% respecto al ejercicio anterior, es decir, inferior al 3,1% de crecimiento económico.
Detrás del nuevo incumplimiento se encuentra, además de las necesidades financieras de las autonomías -recurrentes desde el año 2012-, el préstamo a las pensiones de 10.192 millones que el Ejecutivo tuvo que habilitar el pasado año para garantizar la sostenibilidad de la Seguridad Social. Sin él, el compromiso del 98,1% se hubiera cumplido con holgura.
1.184 millones de euros
Es el incremento de la deuda pública en el mes de enero, según las estadísticas que publicó el Banco de España. El montante total de pasivo asciende ya a 1,145 billones de euros, por encima del 98% del PIB. El objetivo para el conjunto de 2018 se sitúa en el 96,8%, alcanzable según el Ministerio de Economía.