Economía

Trump prepara la segunda fase de la reforma fiscal con las elecciones legislativas en mente

Foto: Reuters.

El principal logro económico de la administración Trump durante su primer año en la Casa Blanca fue aprobar una reforma fiscal cuyo coste final ascendió hasta los 1,5 billones de dólares. Entre sus principales logros estuvo reducir el impuesto de sociedades hasta el 21% desde el 35%, incentivar la repatriación de beneficios en el extranjero y reducir el IRPF a los individuos y familias estadounidenses. Medidas gustaron a los inversores tras su aprobación oficial el pasado 22 de diciembre.

Sin embargo, con las elecciones legislativas de noviembre en mente, tanto el presidente Donald Trump como el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Kevin Brady, trabajan en lo que se ha bautizado como la "segunda fase" de esta reforma y recorte fiscal, uno de los más importantes desde 1986.

"Creemos que todavía se puede hacer más", reconoció el propio Brady en una entrevista con Fox Business Network. "Queremos asegurarnos de que fomentamos la innovación en EEUU, queremos ayudar a las familias a ahorrar a largo plazo", añadió.

Estas declaraciones coinciden con las realizadas por el mandatario estadounidense, quien el miércoles hablo de esa "segunda fase" de los recortes de impuestos sin ofrecer muchos más detalles. "Va a ser algo muy especial. Brady está trabajando conmigo", señaló Trump durante una mesa redonda en San Luis con empresarios y educadores.

Durante su entrevista con Fox Business, Brady sugirió que el plan incluiría propuestas como extender los recortes sobre el IRPF, que según la ley actual expirará a finales de 2025. "Los recortes de impuestos para las familias todavía no son permanentes, por lo que vamos a abordar problemas como ese", matizó.

De esta forma, los republicanos contarían con munición suficiente de cara a las elecciones legislativas de noviembre. El partido que domina el Capitolio, con amplia mayoría en la Cámara de Representantes pero una mayoría simple en el Senado, habría quedado derrotado en las elecciones especiales del pasado martes en Pensilvania, donde según la publicación Politico, abandonaron el mensaje relacionado con los recortes de impuestos en las última semanas de campaña.

Además una segunda propuesta fiscal les permitiría abordar temas que no pudieron incluirse en la Ley de Rebaja de Impuesto y Empleo. Aún así, es difícil que con una primera reforma valorada en 1,5 billones de dólares y un acuerdo de presupuesto que sumó otros 300.000 millones de dólares más a las cuentas públicas, un proyecto como este llegue a buen puerto, incluso dentro del propio partido republicano. De hecho, el propio presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, determinó que no cree que "vayan a producirse grandes cambios", al ser preguntado por este asunto.

La Casa Blanca estima que su reforma fiscal ha fomentado que 430 empresas de EEUU hayan anunciado aumento salariales, pagas extraordinarias y otros beneficios para más de 4 millones de estadounidenses. El Consejo de Asesores Económicos estima que el ingreso anual de los hogares estadounidenses aumentará al largo plazo una media de 4,000 dólares. Sin embargo, este estímulo se produce en un momento en que la economía de EEUU suma una de sus expansiones económicas más largas de la historia y el mercado laboral ronda el pleno empleo.

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