La productividad no levanta cabeza. En el cuarto trimestre de 2017, la productividad registró una tasa negativa de crecimiento del -0,1% frente al 0,8% que habían pronosticado los analistas. El dato también está muy por debajo del crecimiento del 2,7% registrado en el pasado trimestre.
Según ha publicado la Oficina de Estadísticas de Empleo de EEUU, esta caída se debe a que el PIB creció un 3,2%, pero los horas trabajadas de incrementaron un 3,3%, lo que deja en evidencia que para lograr un incremento de la producción se han necesitado más horas de trabajo.
Aunque el dato global parece muy malo, lo cierto es que en la industria la productividad creció un 5,7%, el mayo incremento desde el segundo trimestre de 2010. Sin embargo, la baja productividad del resto de sectores (como el sector servicios) han lastrado el dato global.
La productividad laboral, o producción por hora, se calcula dividiendo un índice de producción real por un índice de horas trabajadas por todas las personas, incluidos los empleados, propietarios y trabajadores que son familiares no remunerados.
Los costes laborales
Los costes laborales se han incrementado un 2% en el cuarto trimestre de 2017 gracias que la remuneración por hora aumentó un 1,8%.