
El IPC en EEUU se sitúa en el 2,2% en noviembre, dos décimas más que el mes de octubre. Esta es la cifra que barajaban los analistas consultados por Bloomberg.
Sin embargo, el dato de IPC subyacente ha sido levemente inferior a lo esperado tras subir al 1,7% interanual, frente al 1,8% esperado.
En términos mensuales, el IPC general avanzó al 0,4% y el subyacente (no cuenta productos energéticos ni alimentos sin elaborar) creció al 0,1%, frente al 0,2%.
Los precios siguen así rondando la meta del 2 % anual marcada por el banco central estadounidense, después de años de situarse de manera persistente por debajo.
La subida estuvo motivada principalmente por la escalada de los precios de los combustibles, que registraron un alza de 7,3 % después de haber caído un 2,4 % en octubre, mientras que los precios de los alimentos se mantuvieron estables por segundo mes consecutivo.
Estos datos fueron divulgados un día después de que la Reserva Federal (Fed) iniciara su última reunión del año, tras la que se espera que hoy anuncie una nueva subida de tipos de interés, que actualmente se sitúan entre el 1 % y el 1,25%, como respuesta a la aceleración económica y a un mercado laboral cercano al pleno empleo.
Se trataría de la tercera subida de tipos de interés en 2017, lo que algunos especialistas interpretan como la confirmación de la buena salud de la primera economía mundial.