
El Reino Unido no tendrá que pagar su factura del divorcio europeo, estimada en 39.000 millones de libras (unos 44.460 millones de euros) si no llega a un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), según el ministro del "brexit", David Davis.
"Es condicional al resultado" y "es condicional a obtener un periodo de implementación, condicional al resultado comercial", insistió Davis en unas declaraciones a la cadena BBC al referirse al acuerdo alcanzado el viernes entre Londres y Bruselas sobre la primera fase de las negociaciones sobre el "brexit".
"Si no hay acuerdo, no pagaremos el dinero", subrayó el ministro, y resaltó que las posibilidades de que el Reino Unido se marche del bloque europeo sin un acuerdo comercial "han descendido considerablemente" tras este primer pacto.
Davis agregó que también disminuyen las posibilidades de que el país tenga que regirse por las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en materia de acuerdos comerciales.
Hace unos días, el ministro de Economía, Philip Hammond, dijo que "nada está acordado hasta que todo está acordado" y las autoridades británicas confían en conseguir un periodo de implementación -posiblemente de dos años- sobre el acuerdo definitivo después de su retirada en marzo de 2019.
El primer acuerdo ha permitido pasar a la segunda fase de las negociaciones sobre el "brexit", que estará centrada en la futura relación comercial y de seguridad entre Londres y Bruselas.
El pacto sobre la primera fase hace referencia a la situación legal de los comunitarios, la factura que deberá pagar el Reino Unido por el "divorcio" y la frontera entre las dos Irlandas.
En virtud de ese acuerdo, se garantizan los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido, Londres pagará una suma considerable por el "divorcio" y la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda seguirá siendo invisible.
No obstante, respecto a la futura frontera entre el Ulster e Irlanda, Davis ha dicho que incluso si finalmente no hubiera acuerdo, Reino Unido está comprometido con mantener una frontera "sin fricciones e invisible" y encontraría la vía para ello. Dublín ha exigido evitar una frontera dura y el viernes dijo que en el acuerdo había garantías para ello.
Entretanto, el ministro británico para Irlanda del Norte, James Brokinshire, ha indicado que Londres tiene dos propuestas sobre cómo garantizar una frontera blanda con Irlanda tras el Brexit, una nueva asociación aduanera o un "enfoque altamente simplificado" respecto a las aduanas.
"Hemos fijado dos propuestas en relación a cómo abordaríamos la cuestión de las tarifas, cómo abordaríamos con ese tipo de elementos en relación a las aduanas si hubiera una nueva asociación aduanera donde aplicaríamos de forma efectiva una tarifa similar o la misma que la UE actualmente aplica a los bienes que entran en la UE, o un enfoque altamente simplificado con exenciones efectivas que se aplicaría para los pequeños negocios", ha explicado a Sky News.
"Declaración de intenciones"
David Davis también ha aclarado que el acuerdo alcanzado por la primera ministra fue una "declaración de intenciones" más que algo "legalmente aplicable".
"Nosotros queríamos proteger el proceso de paz" en Irlanda del Norte "y también queríamos proteger a Irlanda del impacto del Brexit", ha explicado Davis en declaraciones a la BBC, aclarando que "esto fue más una declaración de intenciones más que nada, que algo legalmente aplicable".
Por otra parte, respecto a cómo será el futuro acuerdo comercial con la UE, que desde Bruselas se ha adelantado que sería similar al existente con Canadá, Davis ha dicho que Londres desea un acuerdo "Canadá plus plus plus" en el que estén incluidos el comercio en servicios.