
Tras una intensa semana de negociaciones e insistentes cambios, los republicanos lograron a primera hora del sábado aprobar su plan de reforma tributaria con 51 votos a favor y 49 en contra. Una propuesta rechazada en masa por los demócratas en la Cámara Alta y que solo contó con un disidente entre los militantes del partido del presidente Donald Trump. El senador por Tennessee, Bob Corker, se opuso a apoyar un proyecto que según distintos análisis sumará alrededor de un billón de dólares al déficit del país durante la próxima década, incluso tras incluirse el impulso proyectado en el crecimiento económico.
Sin embargo, el líder del Senado, el también republicano, Mitch McConnell, se mostró orgulloso de haber blindado el respaldo suficiente para dar paso a una medida que "rebajará el impuesto de sociedades hasta el 20% y nos hará más competitivos de nuevo en el mundo además de proveer una rebaja impositiva substancial a la clase media". El paquete legislativo, cuya factura oscila entre los 1,4 y 1,5 billones de dólares, fulmina, además, el mandato que obliga a los estadounidenses a tener un seguro médico bajo el conocido como Obamacare y abrirá el Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico a las petroleras.
Desde la bandada demócrata, su líder en la Cámara Alta, Chuck Schumer, no dudó en calificar las enmiendas de última como un intento de los republicanos por "intentar llenar los bolsillos de las rentas más altas y las grandes empresas mientras se suben los impuestos a millones de familias de clase media", dijo. Un mensaje que la oposición busca implementar como mantra de cara a las elecciones de noviembre de 2018.
Ahora, con los astros alineados en ambas Cámaras del Capitolio, los republicanos deben aunar las propuestas aprobadas en la Cámara de Representantes y en el Senado ya que estos todavía difieren en el fondo y la forma. Los líderes del partido así como el propio Trump esperan que la conciliación del proyecto de Ley de Rebaja de Impuestos y empleo, como se conoce al proceso que fusionará ambos planes, se complete antes de las navidades.
"La mayor Ley Impositiva y Rebaja Fiscal acaba de ser aprobada en el Senado", tuiteó el sábado el presidente de EEUU, quien agradeció a los republicanos en el Congreso y el Senado "su duro trabajo y compromiso". Dicho esto, todavía es pronto para cantar una victoria definitiva y Trump podría tener que ser paciente antes de que el plan definitivo llegue a su mesa del Despacho Oval, ya que las diferencias entre ambas Cámaras son evidentes en algunos casos.
De hecho, el propio inquilino de la Casa Blanca dejó entrever incluso la posibilidad de que la propuesta final rebaje el impuesto de sociedades hasta el 22% en lugar del 20% aprobado por los congresistas y senadores republicanos. "Podría ser un 22% cuando salga, pero también podría ser un 20%. Veremos que es lo que finalmente sale".
Impuesto sobre la renta
La propuesta aprobada el 16 de noviembre por la Cámara de Representantes, con 227 votos a favor y 205 en contra, simplifica a cuatro los tramos del impuesto sobre la renta (IRPF). Las rentas más altas tendrían un gravamen del 39,6% mientras que el resto se establecerían en el 35, 25 y 12%.
Sin embargo, el Senado mantiene siete tramos, como el código actual, con los ciudadanos de menos ingresos contando con un gravamen del 10% y las rentas más altas, del 38,5%. Entre medias se incluyen el 12%, 22%, 24%, 32% y 35%. Es importante tener en cuenta, que las rebajas del IRPF incluidas en la Cámara Alta expirarán en 2025 mientras los planes del Congreso serán permanentes. Aún así, en ambos casos, la deducción estándar por individuo es de 12.000 dólares y de 24.000 dólares para las familias.
Impuesto de sociedades
Tanto el Congreso como el Senado apoyan la reducción del impuesto de sociedades desde el 35% actual hasta el 20% pero difieren en su entrada en vigor. La Cámara de Representantes busca un implantación inmediata que incluirá el año fiscal 2018 mientras que el Senado busca retrasar la medida hasta 2019. En ambos casos se trata de una rebaja permanente sin fecha de caducidad.
Además, se busca implantar un impuesto mínimo global del 10% para la mayor parte de compañías. Esencialmente las multinacionales que paguen menos de un 10% en impuestos en jurisdicciones fiscales extranjeras tendrán que abonar la diferencia al fisco de EEUU, frenando así el atractivo de paraísos fiscales o países como Irlanda y Luxemburgo.
Repatriación de beneficios en el extranjero
El Congreso impondrá un gravamen único del 14% para el efectivo que las multinacionales de EEUU mantienen en el extranjero mientras que aplica una tasa del 7% para los activos ilíquidos. En el caso del Senado, los niveles son algo más elevados, del 14,5% en el caso de la caja y del 7,5% para otra clase de activos. En versiones anteriores, la Cámara Alta situaba el primero en el 10% y el segundo en el 5%.
Mandato obligatorio de salud
En la Cámara Baja no se incluye ningún plan para eliminar la obligación de los contribuyentes de contar con un seguro médico o, de lo contrario pagar una multa del 2,5% de los ingresos anuales (o 695 dólares). El Senado elimina completamente este mandato.
Impuesto sobre el patrimonio
Tanto el Congreso como el Senado incrementan hasta los 11 millones de dólares el límite libre de impuestos (22 millones de dólares en el caso de que el beneficiario sea el esposo/a y este siga con vida). Sin embargo, el plan de la Cámara de Representantes busca eliminar completamente este impuesto en 2023.
Créditos fiscales por hijo
En la Cámara de Representantes se incrementa el crédito fiscal por hijo hasta los 1.600 dólares y se extienden los beneficios a las familias que ingresan hasta 230.000 dólares anuales. Se añade un crédito de 300 dólares por adulto en la familia. La propuesta expirará en 2023. El Senado eleva el crédito fiscal por hijo hasta los 2.000 dólares desde los 1.000 actuales.