Economía

La jubilación centra la agenda económica de Berlusconi

  • El líder conservador propone la subida de las pensiones
  • En Italia hay 16 millones de pensionistas y 11 millones de jóvenes

Silvio Berlusconi parece rejuvenecido en su vuelta a la escena política. El mérito, tal y como él mismo ha explicado, está en haber pasado unas semanas en un centro de reposo y salud en Merano, en las montañas del Tirol italiano. "Pienso que es mi deber, como en 1994, volver a la escena política para evitar que el país siga en esta situación grave y peligrosa", dijo el antiguo Cavaliere en uno de los varios mítines que protagonizó la semana pasada.

También señaló al respecto que lo hará con las fuerzas de quien tiene más de 70 años, pero se siente joven intelectual y físicamente. "Yo me siento 40 años y actúo como un cuarentón", añadió. Sin embargo, con 81 años recién cumplidos, el magnate ha decidido elegir como objetivo principal de su agenda política y económica no los electores de 40 años, sino más bien los ancianos. Más que cercanía anagráfica, se trata de un simple cálculo electoral: en Italia hay 16 millones de pensionistas y solo 11 millones de jóvenes entre 18 y 35 años.

Por esto, las pensiones se han convertido en el centro del debate electoral. El Gobierno de Paolo Gentiloni (apoyado por el PD de Matteo Renzi) no ha conseguido un acuerdo con los sindicatos sobre una suavización de la subida de la edad de jubilación -decidida por el Ejecutivo tecnócrata de Mario Monti- y se ha enfrentado a una gran manifestación de protesta, promovida por las centrales sindicales y por los movimientos de la izquierda socialdemócrata, que tuvo lugar el pasado sábado en Roma.

En esos mismos días, Berlusconi presentaba su agenda económica, centrada en una propuesta de subida de las pensiones mínimas, desde 516 a los 1.000 euros. "En nuestro próximo Gobierno habrá una novedad importante: el ministerio de la Tercera Edad", dijo el magnate que decidió arrancar su campaña electoral con un mensaje dirigido a la convención de Federanziani, el lobby italiano de los mayores.

"Dar voz a los ancianos significa dar voz a la parte más sabia de nuestro país" añadió Berlusconi, subrayando que según concluyen los últimos estudios demográficos "la expectativa de vida puede hasta los 125 años".

"Las pensiones tienen que envejecer en salud pero también con seguridad económica. Sin embargo, en 2016, 3 millones de mayores tuvieron que renunciar a las curas porque estas era demasiados caras. Hoy ningún anciano puede vivir con una pensión mínima de 500 euros, por lo que es necesario subir las mínimos. No hay que excluir nadie, tampoco nuestras mamás que trabajaron todos los días en casa y que deben tener una vejez digna" añadió.

Un plan de 7.000 millones

La medida, según las estimaciones de varios analistas transalpinos, podría costar más de 7.000 millones de euros. Sin embargo, Berlusconi, en este arranque de campaña electoral no parece preocuparse de la estabilidad presupuestaria y, más allá, en distintos actos prometió también la abolición del impuesto de sucesiones y de la tasa sobre la primera automóvil.

Otro caballo de batalla del antiguo Cavaliere es la introducción de un tipo fijo de IRPF. Para que pueda avanzar esta propuesta de cara a su electorado centrado en los ancianos, Berlusconi decidió recurrir a un veterano del liberalismo mundial: Ronald Reagan. Según explicó el político conservador "cuando en Estados Unidos el presidente Reagan pasó de un tipo del 72% a un tipo del 27%, los ingresos de Hacienda subieron". De hecho, según defiende Berlusconi, "el mismo impuesto para familias y empresas llevará a un incremento de la recaudación porque con un tipo fijo, frente a los muchos tipos actuales, muchas más persones pagarán los impuestos reduciendo el fraude fiscal", recalcó el líder de Forza Italia.

Esta propuesta es compartida por la Liga Norte, uno de los dos aliados de Berlusconi en la coalición de centroderecha que comprende también el partido postfascista Hermanos de Italia. Berlusconi y Salvini, el secretario federal que ha renovado la Liga, convirtiendo el movimiento autonomista en un partido nacional de marcado carácter xenófobo, y que sin embargo no está de acuerdo sobre el liderazgo de la coalición.

Mientras Berlusconi está esperando el veredicto del Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo, con la esperanza de que le revoque la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Por su parte, Salvini lucha para superar en las urnas al partido del magnate, Forza Italia. Berlusconi, de momento, piensa proponer un primer ministro de compromiso y ya ha avanzado la candidatura de un general de los Carabineros, Leonardo Gallitelli.

Él u otra personalidad no política, según el magnate, podría liderar un gabinete de 20 ministros, de los cuales "12 serían procedentes de la sociedad civil, y sólo 8 de la política: 3 de Forza Italia, 3 de la Liga Norte y 2 de Hermanos de Italia".

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