
La sostenibilidad del sistema de las pensiones es una de las cuestiones que más preocupa a los españoles y, cómo no, a las empresas. Solo el 5% de las compañías confía en su viabilidad a largo plazo, según el informe Situación de las pensiones en España, elaborado por KPMG a partir de un estudio de mercado entre casi 300 empresas.
Y es que, pese a la mejora de las cotizaciones, la Seguridad Social acumula un déficit cercano a los 18.000 millones de euros que, en términos de PIB, "no se va a reducir frente al ejercicio pasado", según reconoció el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la semana pasada. El sistema tiene un objetivo del 1,4% del PIB en 2017 y el año pasado cerró en el 1,7%.
En este boquete tiene mucho que ver el factor demográfico. El rápido envejecimiento de la población provocará que en 2050 casi un 40% de los españoles tendrá más de 65 años y una esperanza de vida de 83 años, según alerta un informe reciente de la OCDE. Unas cifras inasumibles por el régimen actual, si la comisión del Pacto de Toledo no aborda urgentemente las reformas necesarias.
Ante esta tesitura, un abrumador 97% de las empresas ve necesario recurrir a sistemas de ahorro privado para complementar las prestaciones públicas y "jubilarse con un nivel de ingresos digno", según cifra el documento de KPMG.
"Aunque siete de cada diez empresas aún opina que es el Estado el responsable primero de financiar nuestra jubilación, es destacable el hecho de que casi todas las compañías encuestadas consideren necesario recurrir a sistemas de ahorro privado, aspecto que hace unos años era señalado únicamente por un 40 o un 50% de ellas", sostiene Álvaro Granado, responsable de pensiones en KPMG Abogados.
En este sentido, el informe de la auditora revela que las empresas consideran al individuo como responsable de la planificación de la jubilación en un 26%, con lo que la empresa sería el responsable último, en un 3%. Esto queda reflejado en los sistemas colectivos de previsión implantados, pues apenas un 22% de las empresas participantes en el estudio afirma contar con un plan de jubilación para sus empleados, lo que deja patente "la necesidad de un cambio cultural que fomente la cultura del ahorro y, en consecuencia, impulse la aparición de planes que se adecúen tanto a las necesidades de las empresas como a las de los empleados". Por otro lado, "la garantía de contar con un buen sistema de pensiones repercutirá también en la motivación de la plantilla", a ojos de Granado.
La falta de planificación
Es más, únicamente tres de cada diez sociedades dispone de información sobre cómo ayudar a ahorrar a sus trabajadores sin que esto suponga un coste para la empresa. Y ello a pesar de que el 87% de los encuestados consideran la planificación de la jubilación un tema más prioritario que hace diez años, y un 25% lo incluyen en su agenda de recursos humanos.
Con todo, el estudio señala al envejecimiento de la plantilla como una de las principales consecuencias de la falta de planificación: un 33% desconoce la reducción que sufrirá su pensión si anticipa su edad de jubilación, y un 46% tampoco está al tanto de la estimación de años durante los que percibirá prestaciones del sistema público desde que se jubile.