La Comisión Europea acaba de dar a conocer su informe anual sobre el seguimiento de los objetivos climáticos para 2020. Bruselas considera que España está en la senda adecuada para cumplir con los compromisos marcados tanto en materia de emisiones, como de eficiencia energética y de renovables. Es decir, nuestro país está en el equipo de cabeza de los compromisos de cambio climático.
Por contra, la Comisión Europea ha puesto en el punto de mira a Alemania y Francia, que se alejan de estos compromisos que, de momento, sólo 17 países cumplen totalmente con las indicaciones previstas, entre ellos, Portugal, Italia, Dinamarca o Reino Unido.
Si desglosamos objetivo por objetivo, según el examen que realiza la agencia europea, un total de 21 países están en el camino correcto para cumplir los compromisos de reducción de emisiones a excepción de Alemania, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Austria, Luxemburgo y Malta.
En lo que respecta al objetivo de renovables, 25 países siguen los objetivos planteados por la directiva de energías renovables para el periodo 2015-2016, pero la UE le da un tirón de orejas a Francia, Luxemburgo y Holanda, que están por debajo de ese nivel mínimo.
En el tercer requisito climático, 23 países cumplen con el objetivo de eficiencia y reducción del consumo de energía primaria y de hecho el esfuerzo del conjunto de los 28 países todavía resulta insuficiente para alcanzar la meta deseada. En este caso, la Agencia critica especialmente el ritmo de Bulgaria, Estonia, Francia, Alemania y Holanda por insuficiente.
Pese a todo, de forma global, la Agencia Europea de Medio Ambiente asegura que la Unión va en camino de cumplir los objetivos marcados para 2020. Según los datos que ha presentado, las emisiones de gases de efecto invernadero se han reducido por debajo del objetivo del 20%, asimismo la penetración de las renovables se acerca a la meta del 20%, mientras que se requiere un mayor esfuerzo en eficiencia.
La Comisión Europea ha presentado también un informe detallado país por país sobre los avances realizados en la Unión Energética.
En el correspondiente a España, destaca la fuerte crítica que se hace sobre el sector gasista. Según el Ejecutivo comunitario el nivel de competencia existente se ha reducido desde el año 2011 al 2015 lo que confirma la fuerte caída en el nivel de cambio de suministrador entre los clientes, que ha bajado de un 19% en 2011 a un 11,1% en 2015, mientras que en el resto de Europa ha subido del 5,3% al 7%.
Los precios del gas natural para los clientes domésticos están entre los más altos de Europa, pese a que entre 2013 y 2016 la reducción (-4%) ha sido mayor que la media europea.
En España se ha pasado de los 0,089 euros/kWh a 0,086 euros/ kWh, mientras que la media europea está en 0,064 euros/kWh, es decir, un 25% superiores. Los impuestos en este caso han permanecido estables en el 20% frente al 26,3% que se paga de media en los 28 países de la UE.
Más pobreza energética
En lo que respecta a electricidad, el precio para los hogares está por encima de la media europea, aunque ha permanecido estable entre 2013 y 2015. Según los datos del informe, en España pagamos 0,228 euros/kWh en 2016 frente a los 0,227 euros/kWh del año 2013. En la UE, la media es de 0,205 euros/kWh para 2016. En lo que respecta a los impuestos, en España el nivel se mantiene estable en el 21,4%, frente al 36% de media en la UE.
La Comisión explica que la crisis ha elevado el nivel de pobreza energética entre 2005 y 2015 que ha pasado de un 17,1% a un 23,3% de los hogares que no pueden mantener su hogar en condiciones comfortables. En el caso de la media de la UE se ha pasado de un 21,1% a un 22,7% en este mismo periodo.
La Comisión, no obstante, no facilita datos sobre el Observatorio de pobreza energética que planteó crear antes de acabar 2017.
Como es habitual, los informes de la UE inciden en la necesidad de incrementar el nivel de interconexiones tanto eléctricas como de gas para poder beneficiarse de las ventajas del mercado único.
Bruselas aplaude los avances que se han realizado en emisiones de vehículos que en 2016 se situaron ya por debajo de la media europea 114,4 gCO2/km, frente a los 118,1 gCO2/km de media europea.
España ha incrementado los puntos de recarga de coches eléctricos, que han pasado de 891 en el año 2013 a 3.674 puntos en 2016 y ha comenzado a aplicar criterios para contabilizar los biocarburantes en los objetuivos de renovables.
La UE cifra en 23.940 las muertes prematuras producidas en 2013 por la concentración de partículas en el aire y 4.280 relacionadas con el dióxido de nitrógeno, lo que supone un coste de alrededor de 22.000 millones al año.
Con este escenario, la Unión Europea reiteró este viernes su intención de mantener el liderazgo en la batalla contra el cambio climático pese a la intención del Gobierno estadounidense de retirarse del Acuerdo de París. La UE subraya que, aunque los cambios en la producción de energía planteen graves dificultades para Europa, también crean oportunidades únicas para que esta consolide su posición de líder mundial en la transición hacia las energías limpias, garantizando al mismo tiempo la seguridad energética a todos sus ciudadanos.
Decreto de cierre
Por otro lado, el comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, confirmó el viernes que Bruselas está analizando la compatibilidad del real decreto que el Gobierno quiere aprobar para evitar el cierre de centrales eléctricas con las normas europeas en materia energética, ya que se puede dar una profunda contradicción por el nivel de emisiones que quiere proponer la UE y que deja fuera de servicio a las centrales de carbón.
Este pasado jueves mantuvieron una reunión sobre este asunto el director general de Energía del Ejecutivo comunitario, Dominique Ristori, y el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, en la que también abordaron otros temas como la independencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
"El mensaje es que cualquier norma de cualquier Estado miembro tiene que adaptarse a la legislación comunitaria y se están viendo los términos en que se puede producir el decreto definitivo para analizar su compatibilidad o no cuando el Gobierno lo notifique", ha señalado Arias Cañete, que indicó que la reunión entre Ristori y Navia fue un "intercambio preliminar de posiciones" que "va a continuar en el tiempo". No obstante, el comisario ha insistido en que por ahora se trata únicamente de "la fase previa de un borrador" y no de un Real Decreto que deba ser analizado en su totalidad. "Estamos hablando de un borrador muy preliminar, lo que pasa es que la Comisión anticipa muchas veces el trabajo para entender lo que está ocurriendo en los Estados miembros".
"Seguirá el análisis técnico y cuando la Comisión Europea tenga una postura la trasladará al Gobierno español y esperamos que el Ejecutivo español sea sensible a los planteamientos de la Comisión y se adapte a las normas del derecho comunitario", ha manifestado el comisario, para después añadir que intervendrá "a nivel político" si fuese necesario.
Sin embargo, el comisario ha señalado que en estos momentos no tiene previsto ningún contacto sobre este asunto ni con el ministro de Energía, Álvaro Nadal, ni con el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, aunque fuentes consultadas por este diario indican que se han mantenido ya contactos sobre este asunto entre ambos.