
La carrera para suceder a Jeroen Dijsselbloem en la Presidencia del Eurogrupo ha dejado de ser una maratón para convertirse en sprint. Si en 2015 Luis de Guindos empezó a hacer ruido con meses de antelación para arrebatar la silla al holandés, en esta ocasión pocos se atreven a sacar la cabeza, a pesar de que la decisión se tomará en menos de un mes, el próximo 4 de diciembre.
Pero los países ya empiezan a tomar posiciones, entre ellos España. Con las aspiraciones más bien dirigidas hacia la vicepresidencia del BCE, el ministro de Economía español ofreció ayer su apoyo a su colega portugués Mario Centeno. Aunque de familias políticas diferentes, Guindos aludió a la "afinidad ibérica" para "por supuesto" ofrecer su apoyo al socialista, que aún no ha confirmado su candidatura. Guindos señaló que, incluso si llegado el momento fuera necesario dar un paso al frente, el portugués también le daría su apoyo a él.
Centeno ha liderado la fase final de la recuperación lusa tras el rescate de 2011, ya descrita como una de las historias de éxito tras la crisis de la eurozona. Enfrente tiene a poderosos candidatos como el francés Bruno Le Maire, que encajaría con el gran empuje político que se quiere dar al euro a partir del próximo año. También suena el responsable de Finanzas de Luxemburgo, Pierre Gramegna, aunque hasta ahora los únicos que han mostrado su disponibilidad son la responsable de Finanzas letona Dana Reizniece-Ozola y el eslovaco Peter Kazimir.
Tras superar la Gran Recesión, que Gramegna definió como "su crisis de la adolescencia", la zona euro encara una etapa en la que busca reforzar su aparato institucional y sus mecanismos de solidaridad para capear crisis futuras. El nuevo presidente del Eurogrupo deberá representar a todos, favorecer consensos y llevar a cabo reformas importantes para la unión monetaria, sentenció Guindos.
El español compareció ante la prensa tras la reunión de los ministros de Finanzas de la UE, el Consejo Ecofin. Los 28 socios debatieron las propuestas para gravar a los gigantes de Internet y para luchar contra los paraísos fiscales creando una lista negra europea de estas jurisdicciones. Tal y como indicó la víspera la Comisión Europea, la presidencia de turno del Consejo, en manos de Estonia, indicó que la intención es tener esta lista aprobada el próximo mes.
La evasión fiscal que facilita esta constelación de países e islas ha vuelto a estar en la diana tras la publicación de una nueva investigación periodística aireando una pila de casos, desde la Reina de Inglaterra hasta Bono. El ministro francés Le Maire planteó que se corte el acceso de estos paraísos fiscales al apoyo financiero de instituciones internacionales como el FMI o el Banco Mundial.