Economía

FMI: "La renta básica universal es una vieja idea con ropa nueva"

  • "La incertidumbre no es beneficiosa, revisaremos la situación de España"
Abdelhak Senhadji, subdirector del Departamento Fiscal del FMI.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) centra sus esfuerzos en analizar fórmulas y herramientas para reducir la desigualdad, tanto en las economías avanzadas como en los mercados emergentes. Abdelhak Senhadji, subdirector del Departamento Fiscal del Fondo, charló con elEconomista para desgranar temas como el uso de una renta básica universal o el impacto que una subida de impuestos, especialmente en las rentas más altas, puede tener en el crecimiento.

Dada la situación que vive nuestro país, también señaló que la incertidumbre no es necesariamente beneficiosa para el crecimiento.

¿Por qué el FMI ha decidido ocupar toda su atención en la brecha social como parte de sus estudios fiscales?

Hemos trabajado, especialmente en este departamento, en la desigualdad durante décadas, pero este asunto ha tomado una dimensión distinta a día de hoy debido al contexto político. No es que el Fondo Monetario Internacional haya cambiado. Las condiciones externas lo han hecho y, por lo tanto, básicamente se han convertido en el centro de atención de este problema.

Uno de los asuntos tratados en el último Monitor Fiscal es la idea de aplicar una renta básica universal. ¿Es una herramienta eficaz?

Realmente no es una idea nueva. Es una vieja idea, pero con ropa nueva. Muchos académicos y responsables de políticas económicas la han contemplado durante décadas, pero ahora cuenta con una dimensión diferente por dos razones. Por un lado, el aumento de la desigualdad, especialmente en los países industrializados y por otro el desafío tecnológico. No somos partidarios de proponer rentas básicas en los países. El ejercicio incluido en el Monitor Fiscal muestra que puede ser una herramienta muy efectiva para reducir la pobreza y la desigualdad pero con un coste muy elevado.

¿De cuánto estaríamos hablando?

El coste en los países industrializados, incluso si se ofreciera una renta básica de aproximadamente el 25 por ciento de los ingresos medios, costaría cerca del 7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), que es, por supuesto, muy, muy caro. Especialmente en el contexto actual, donde las economías avanzadas donde el apalancamiento medio es del 110 por cien del PIB, y por lo tanto el margen fiscal para gastar más es muy limitado. Para muchas economías avanzadas, las ayudas sociales dirigidas esencialmente a los más pobres es normalmente mucho más barata que los ingresos básicos universales.

Entonces, este tipo de herramienta no sería útil en España...

Realmente se requeriría un análisis mucho más profundo del sistema actual en España. Antes de poder decir si una renta básica universal es adecuada, necesitamos saber lo que no funciona con el sistema actual. ¿Se puede arreglar o necesita ser reemplazado? ¿Es la renta básica una herramienta interesante como alternativa? También se debe considerar el tema de la financiación, cómo hacerlo y si se podrá mantener la sostenibilidad fiscal a largo plazo.

Hablando de España, es uno de los países con un ratio de deuda con respecto al PIB del 100 por cien, con la reducción de estímulos del BCE y la incertidumbre generada por Cataluña. ¿Existe preocupación?

Las expectativas de inflación todavía no están bien ancladas. Cuando miramos incluso a los próximos cinco años, los precios están muy por debajo del dos por ciento. No hay razón alguna para entrar en pánico y esperar que los tipos de interés suban teniendo consecuencias para el servicio de la deuda española. Las tasas subirán solo si el crecimiento es fuerte. Sin embargo, en el aspecto político, con la incertidumbre actual, francamente que no sabemos cuál será el resultado. La incertidumbre, por supuesto, no es necesariamente beneficiosa para el crecimiento, pero es demasiado pronto para hacer una gran suposición sobre el crecimiento en España. El desarrollo de los acontecimientos políticos aún sigue su curso y revisaremos la situación cuando tengamos más información.

Otro de los temas que señala su departamento es cómo los impuestos a las rentas más altas han caído en las últimas décadas. ¿Cómo afecta esto a la brecha social?

En el Monitor Fiscal identificamos una serie de hechos. El primero es que las tasas impositivas marginales en las rentas más altas han disminuido con el tiempo. De hecho, lo que mostramos es que en los últimos 13 años, la tasa impositiva máxima media ha pasado del 62 por ciento a principios de los 80, a una media del 35 por ciento en 2015. Es una caída significativa. Ahora bien, cuando planteamos cuestiones para abordar la desigualdad, hablamos de recaudar más ingresos y hacerlo de las rentas más altas. La pregunta es si los países desean recaudar más ingresos para hacer frente a la desigualdad o para hacer frente a otras cuestiones, como el gasto en infraestructura o educación, sin perjudicar necesariamente el crecimiento. Lo que mostramos es que, en realidad, no hay pruebas realmente sólidas, positivas o negativas. La conclusión que sacamos es que los países que deseen mejorar la progresividad de su sistema impositivo no tienen necesariamente que afectar negativamente a su crecimiento.

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Comentarios 1

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juan
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Vosotros sois los mismos perros de siempre con los mismos collares de siempre. De una ovjea no puedes esperar otra cosa más que un beeee beee beee.

Saludos , mantenidos.

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#1