
Declaraciones de empatía y apoyo, elogios sobre la recuperación de la economía griega y también un acuerdo de unos 2.400 millones de dólares para la modernización de la flota de las fuerzas aéreas, incluye el primer encuentro del primer ministro griego, Alexis Tsipras, con el presidente norteamericano Donald Trump.
La reunión de los dos hombres tuvo lugar en la Casa Blanca, en Washington, la semana pasada, dentro de un ambiente bastante cordial, teniendo en cuenta la distancia ideológica entre las dos partes.
En sus declaraciones después de su círculo de contactos, Tsipras hizo hincapié en que la sensación común en todas las reuniones fue que "Grecia ha vuelto", dado el creciente interés registrado por parte de potenciales inversores hacia el país. También es cierto que los mismos inversores volvieron a subrayar a Tsipras temas como el obstáculo de la burocracia, la aceleración de los juicios y el razonable funcionamiento del aparato estatal.
La reunión con Donald Trump ha sido, como es natural, el núcleo de la visita oficial de Tsipras a los EEUU. Desde el Gobierno heleno se comenta que la sensación inicial era que la nueva administración estadounidense no se vería dispuesta a implicarse activamente en el tema de la gestión de la crisis griega y sobre todo de la deuda helena, sin embargo este no ha sido el caso.
En sus declaraciones, el presidente Trump ha insistido en la necesidad de actuar con el fin de aliviar la deuda griega (postura igual que la del FMI, cuyo miembro más activo son los EEUU) al mismo tiempo que hizo referencia a los inversones norteamericanos para confiar en el potencial de la economía griega. Este fue desde luego uno de los objetivos de la delegación helena en Washington, junto con la necesidad de mantener el equilibrio en la sensible región del sudeste del Mediterráneo. Aún más ahora, que la relación de los EEUU con Turquía está atravesando momentos complicados.
Gasto en defensa
El acuerdo de 2.400 millones de dólares para la modernización de la flota de los aviones F-16 de las fuerzas aéreas helenas se ve incorporado justamente dentro de este contexto. Hablando en cifras, no es un secreto que Grecia es uno de los países-miembros de la OTAN que más gasta en defensa (alrededor del 2% del PIB) dada su posición geopolítica complicada. La delegación griega en Washington, sin embargo, ha afirmado que del coste del acuerdo para la actualización de 85 a 95 aviones F-16, Grecia se cargará unos 1.100 millones de euros, en un plazo de diez años, que se estima que supondrá un cargo de 110 millones de euros por año.
Un momento incómodo en la reunión entre Trump y Tsipras se produjo cuando el presidente norteamericano sostuvo que Grecia tiene que buscar activamente inversiones extranjeras. Tsipras le comunicó varios proyectos que están actualmente en marcha, pero Trump destacó uno de ellos, el del antiguo aeropuerto de Atenas en el distrito de Elinikó, indicando que él mismo hizo una propuesta de inversión antes de implicarse en la política, pero sin poder entenderse con las autoridades griegas. A la pregunta entonces de qué ha cambiado en este ámbito, Tsipras hizo hincapié en el nuevo marco fiscal y los incentivos ofrecidos para grandes inversiones. No se aclaró si Trump quedó convencido. Otro momento de incomodidad entre los dos interlocutores fue fruto de la pregunta de un periodista durante la rueda de prensa, quien preguntó a Tsipras cómo se siente delante de Trump dado que antes de que fuese elegido como presidente de los EEUU había declarado "espero que no tengamos que enfrentarnos a este mal".
Asuntos de defensa, energía y comercio fueron el foco de la reunión que también tuvo el primer ministro griego con Mike Pence, el vicepresidente de Estados Unidos, mientras que el círculo de contactos con el liderazgo norteamericano se cerró con la creación de un grupo de trabajo para el seguimiento y la implementación de lo acordado.