El previsible retraso de la entrada en vigor de los Presupuestos 2018 no afectará a la economía. Ni siquiera una situación de prórroga de las Cuentas de este ejercicio tiene por qué incidir negativamente en el PIB, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que ve que el escenario está "muy predeterminado" y así se entiende dentro y fuera de España. l Montoro confía en presentar los Presupuestos de 2018 en las próximas semanas
"Los presupuestos más importantes son los subnacionales", aseguran fuentes del organismo en relación a los proyectos de las comunidades autónomas, que gestionan una buena porción del gasto público. A su juicio, el hecho de que el Gobierno haya clarificado ya los objetivos de déficit y deuda de 2018 para todas las Administraciones; y haya mostrado su compromiso con aumentar los ingresos regionales en 4.000 millones de euros -así viene contemplado en el plan presupuestario remitido a Bruselas el pasado martes-, ofrece un marco de certidumbre difícilmente variable.
"El impacto económico de unos Presupuestos Generales del Estado es muy limitado", insisten desde el organismo que preside José Luis Escrivá, algo fácilmente corroborable si atendemos al techo de gasto de las próximas Cuentas, de 119.834 millones de euros; y el gasto total del conjunto de las Administraciones Públicas, superior al 40% del PIB (en torno a 470.000 millones). El Estado, en definitiva, presupuesta poco más de una cuarta parte del dinero público que mueve el país.
Otro factor a tener en cuenta es que se conoce a la perfección el dinero que deberá dedicarse a la partida presupuestaria más importante, la de pensiones. A un ritmo de crecimiento de unos 4.500 millones al año -por la incorporación de unos 100.000 nuevos retirados y las mejores condiciones con las que acceden al sistema-, en 2018 deberán dedicarse a este capítulo algo más de 143.000 millones.
Intereses de deuda
Respecto a la segunda partida más cuantiosa, la de intereses de la deuda, AIReF recuerda que el Ejecutivo calcula un gasto aproximado de 31.000 millones, el 2,6% del PIB, cuando el escenario central apunta a una cantidad levemente inferior. Otras, como la de desempleo (unos 17.000 millones) también están bien calculadas.
Hacienda no ve problemas
Hacienda, en privado, también resta importancia al hecho de que los Presupuestos entren en vigor más tarde, si bien la intención prioritaria es la de evitar una prórroga de las Cuentas del ejercicio actual -y así lo confirman también fuentes del grupo parlamentario del PP-. La presión, aún así, es ahora más baja que en anteriores ejercicios porque el déficit bajará del 3% el próximo año por efecto del crecimiento económico y sin la necesidad perentoria de aprobar nuevos ajustes.
El gabinete del ministro Montoro confía en presentar el proyecto "cuanto antes", posiblemente en las próximas semanas, para que pueda aprobarse definitivamente en el mes de enero. Así lo dijo en el pleno del Congreso el propio Montoro, si bien su gabinete da veracidad al hecho de que se produzca más tarde, en febrero o marzo. La situación se asemeja a la que se produjo el pasado 2016 por efecto del desgobierno, algo que demoró la entrada en vigor de los Presupuestos 2017 hasta este mes de julio. Se trataría, además, de otra buena noticia para la consolidación fiscal, dado el previsible parón inversor.
Falta de apoyos
El Ejecutivo no ha presentado el proyecto de Presupuestos antes del 30 de septiembre por falta de apoyos parlamentarios, tal y como admitió el propio titular de Hacienda. "Tendremos nuevos presupuestos, trabajamos estas semanas y trabajaremos estos meses para tenerlos", aseguró, emplazando al PSOE y a Podemos, que ya se opusieron al anterior proyecto, a negociar y dar su apoyo o al menos a abstenerse para que el país pueda tener sus Cuentas.
El otro factor decisivo para el retraso en la presentación del anteproyecto de Presupuestos en el Consejo de Ministros ha sido, por dos semanas consecutivas, el conflicto con la Generalitat de Cataluña.